Una temporada que no acaba de arrancar

B.G.R.
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Las asociaciones Centro Burgos y Zona G viven una campaña peor de la esperada en el textil. El único alivio, la vuelta de las bodas y comuniones

Marzo y abril no han tenido el volumen de ventas esperado. - Foto: Jesús J. Matías

Los comerciantes del equipamiento de la persona siempre suelen ser optimistas antes del inicio de una nueva temporada. La primavera creía que les iba a traer esa ansiada recuperación, después de haber vivido una campaña de Navidad, y también de rebajas, que no resultó satisfactoria. Sin embargo, marzo y abril no han tenido el volumen de ventas esperado, atribuyéndolo en unos casos a la cambiante meteorología y en todos, al alza de la inflación.

Aunque el balance de estos dos meses no ha sido el deseado, el presidente de la Asociación Centro Burgos, Raúl Martínez, valora que la actividad comercial ha superado a la de 2021, si bien lamenta que aún no se haya producido ese «empujón» que les permitan volver a niveles de 2019. Apunta a varios factores para explicar esta circunstancia, como el todavía persistente miedo en algunas personas a las restricciones por la covid, a lo que añade la subida generalizada de los precios, principalmente de combustibles, luz y gas. Y añade un motivo más a tener en cuenta. «Desde la pandemia, los ciudadanos se han acostumbrado a comprar mucho a través de internet», remarca.

A pesar de todo, Martínez confía en que esa recuperación llegue este mes y el que viene, animada por la celebración de eventos como bodas, comuniones o graduación, y en su caso, además, por la afluencia turística, que ya han notado los negocios del centro durante la Semana Santa y el pasado puente del 1 de mayo. «Creo que estamos en la senda para poder llegar a las cifras de 2019», añade.

A esas celebraciones también mira Victoria Vélez, presidenta de Zona G, ya que están suponiendo un «alivio» para las tiendas de ropa, calzado y complementos. Califica de «flojos» estos dos meses pasados y alude a motivos como la meteorología y la subida de los precios. «La ropa es de lo primero que el cliente suele prescindir», sostiene, considerando que por este motivo se ha reactivado antes la hostelería que el comercio.

Vélez asegura que «las ventas no terminan de arrancar» y muestra su preocupación por la «falta de movimiento» en las calles de Gamonal. Deposita su esperanza en que se estabilice el tiempo y que esto suponga un incentivo para salir de compras.