Sonidos de cláxon, maniobras cuestionables, nerviosismo y alguna palabra más alta que otra entre conductores. Imágenes que parecían desterradas en las últimas semanas, pero que con la llegada de septiembre, mes por excelencia de los nuevos comienzos, volvieron a verse en la plaza del Rey. Las obras de la BU-11 hacen prácticamente inevitables los atascos en horas punta, principalmente a las dos de la tarde, cuando coinciden en este punto vehículos que salen del trabajo con los que acuden a recoger a los chavales a los colegios. Retenciones que colman la paciencia ciudadana pero ante los que poca solución cabe mientras dure la intervención en el viaducto de la autovía de ronda. No obstante, la Policía Local está al corriente e intervendrá en momentos puntuales para que no cunda el caos.  

A eso de las 13 horas, comienza a notarse más intensidad de tráfico en el cruce en el que confluyen la calle Vitoria con la avenida Cantabria, las vías que más tráfico soportan diariamente. Es el momento en el que comienzan los problemas. El semáforo que hay frente al taller de Midas es el punto más 'crítico', pues es donde comienza a notarse el embotellamiento. 

Son las 14 horas y el atasco ya empieza a ser notable. Hay vehículos que tratan de esquivar la retención colocándose en el carril izquierdo en dirección hacia la BU-11, aun a sabiendas de que en cualquier momento tendrán que volver a cambiarse al central. Precisamente esta maniobra es la que genera aún más problemas y la que deja a muchos coches en tierra de nadie. O lo que es lo mismo, en medio de un cruce en el que tienen preferencia los autos que van en otra dirección. 

Vuelve el cole, vuelve el caos - Foto: Alberto Rodrigo

Esto provoca discusiones y pequeños roces verbales entre los usuarios de la carretera (...).

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos o aquí)