Cirugía Pediátrica del HUBU -servicio de referencia para Burgos, Soria, parte de Palencia y La Rioja, así como para patología compleja de toda Castilla y León- se quedará con la mitad de la plantilla si la Consejería de Sanidad no flexibiliza la aprobación de comisiones de servicio; un tema que está siendo especialmente polémico este otoño, dada la cantidad de oposiciones para fijar plantilla (ofertas públicas de empleo, OPE) que se están resolviendo en las últimas semanas.
En este caso, el problema está en que dos especialistas del servicio que aprobaron la oposición han tenido que elegir plaza en el hospital de Salamanca porque las dos que convocó el HUBUpara esta especialidad ya se habían escogido. Sin embargo, estos dos cirujanos quieren seguir ejerciendo en Burgos. Cuando se da esta circunstancia, cada vez más frecuente, lo habitual es que los profesionales pidan una comisión de servicio para poder seguir trabajando en el destino de su elección sin perder la plaza como personal estatutario. Sanidad solía aprobarlas, pero la pandemia generó tal desestabilización de plantillas que, ahora, la Consejería ha informado de que solo se van a autorizar en casos muy justificados.
En Cirugía Pediátrica del HUBU se da la circunstancia de que, según ha podido saber este periódico, uno de los dos cirujanos que ha escogido plaza en Burgos no se va a incorporar, por lo que ese puesto quedará, sí o sí, a disposición de una interinidad.
Pero he aquí el siguiente problema añadido: las bolsas de empleo en la especialidad son prácticamente inexistentes porque hay mucha demanda de cirujanos. Y el hecho de que los dos que tienen que marcharse de Burgos a Salamanca vayan a desplazar a dos especialistas del complejo salmantino tampoco garantiza que vayan a optar por incorporarse al HUBU.
De ahí que, de no haber cambios, el servicio se arriesgue a quedarse con tres de los especialistas que trabajan ahora (más un cuarto con un contrato de fidelización que vence en meses) en lugar de los seis que han conformado el equipo en los últimos años.
Esta situación no es exclusiva de Cirugía Pediátrica, aunque su caso es particular porque supone dejar la plantilla a la mitad. La alternativa a esta situación, en caso de que no se concedan las comisiones, sería que los cirujanos que han tenido que escoger destino en Salamanca porque no había más opciones, renunciaran a la plaza fija o que, si se van, esperen a un concurso de traslados para volver.
Estabilización. El objetivo de este tipo de procesos, concursos y oposiciones, es estabilizar plantillas para evitar lo que sucede ahora en especialidades con un alto porcentaje de interinidad: en cuanto surge una oferta mejor, se van.
Esto ha generado graves problemas en la provincia, tanto en Atención Primaria como en los hospitales. Burgos, por extensión y dispersión de sus pueblos, tiene muchas plazas de difícil cobertura en centros de salud, pero en los hospitales las razones son diversas.
Anestesiología del HUBU ha sido el ejemplo de esta desestabilización, con una falta de especialistas arrastrada desde 2018, cuando se fueron siete a la vez, y agravada en la pandemia. De ahí que en la última oposición se convocaran 18 plazas y que, tanto desde Sanidad como desde el servicio, se dejara claro que no se iban a aprobar comisiones: quien escogiera Burgos, tiene que incorporarse el día 17.
Pero hay otros supuestos en los que los especialistas alegan que son, precisamente, las necesidades de los servicios las que fundamentan las peticiones de comisiones. Sucede en el caso del neonatólogo del HUBU Juan Arnáez, que es el único especializado en Neurología, y que, de no haber cambios, en un par de semanas tendrá que ocupar plaza en un centro de salud.
El malestar es creciente en numerosas especialidades, máxime cuando en puestos no asistenciales sí se están dando comisiones.