Vecinos de San Roque piden más luz al sentir inseguridad

I.E.
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Aseguran que los árboles atenúan la ya de por sí mortecina iluminación que dan las farolas

Los vecinos piden que se cambien las luminarias a tecnología led. - Foto: Patricia

Los vecincos de la calle San Roque, la que une la avenida de Castilla y León con la calle Vitoria, ven que se acerca la fecha del adelanto horario -momento en que empieza a anochecer antes- y las farolas «apenas dan luz, entre la escasa potencia que tienen y la cantidad de árboles que atenúa su luminosidad». Ana Ibáñez, que habla en representación de las comunidades de vecinos, asegura que esta circunstancia «da una sensación de inseguridad» a los habitantes de la zona». «No es que se hayan producido atracos ni otros delitos, pero lo cierto es que da miedo salir a la calle cuando anochece», explica. Hay varios padres que se organizan para ir a buscar a los hijos (sobre todo chicas) de unos y de otros a la salida de los entrenamientos «para que no regresen a casa solos cuando ya hay poca luz».

Ibáñez advierte de que ya ha enviado varias quejas al 010 para que el Ayuntamiento haga algo y cambie las farolas actuales, que «dan una luz amarillenta que apenas ilumina la calle, y menos con árboles», por otras tipo led, que tienen «bastante más potencia». Aunque hay que recordar que en los barrios que están iluminados con esta tecnología el Ayuntamiento va a reducir la intensidad de las luminarias en un 40% a partir de las 12 de la madrugada, con el fin de ahorrar energía eléctrica.

Se quejan de que en la calle hay pocos contenedores de reciclaje.
Se quejan de que en la calle hay pocos contenedores de reciclaje. - Foto: Patricia

Asimismo, los vecinos de esta zona de la ciudad se quejan de que hay «muy pocos contenedores de reciclaje y que se llenan muy rápido, de manera que cada día y a todas horas ha residuos a la vista de la gente, con la mala imagen que ello da». También se han dirigido al Consistorio para denunciar esta carencia, pero por el momento no ha sido atendida. Asimismo, han solicitado que se supriman los bordillos de los alcorques que carecen de uso -frente al número 6 de la calle- después de que los árboles a los que protegían fueran talados por estar muy próximos a los edificios. «Hay tropezones cada dos por tres y hay que quitarlos, porque en algún momento alguna persona mayor va a sufrir un accidente de carácter grave», explica la misma fuente.