La Fundación Sol-Hachuel solicitó al Museo Ferroviario la cesión de la locomotora Mikado 141F-2401 en 1991. Entonces el 'Plan Merindades' iba a recuperar todo el complejo de la estación de ferrocarril de Horna-Villarcayo. Sus responsables se comprometieron a su limpieza, acondicionamiento y mantenimiento, pero nunca lo hicieron. En 2002, la Fundación de Ferrocarriles Españoles le propuso al Consistorio villarcayés que se hiciera cargo de esta joya del patrimonio ferroviario y en 2005 ambas partes firmaron un contrato que ningún equipo de gobierno cumplió. Antes del 15 de mayo, la Mikado estará en la ciudad de Alicante y el Ayuntamiento desembolsará unos 40.000 euros por el transporte a esta ciudad, así como una indemnización de 108.000 euros a la fundación para resarcirla de los daños que sufre la locomotora.
Los contactos de la fundación con el Ayuntamiento fueron muchos a lo largo de estos 16 años. En 2008 o en 2014, con Mercedes Alzola en la Alcaldía, ya le trasladaba su «profunda inquietud por el estado de grave deterioro» de la máquina de vapor que funcionó entre 1958 y 1975 y es una de «las 18 locomotoras que se preservan como patrimonio histórico ferroviario, representativa de la última época de la tracción de vapor en España». En noviembre de 2016, recién llegado Miguel de Lucio, ya le comunicaban la intención de resolver el contrato suscrito en 2005.
Según el documento, el Consistorio, como depositario de la Mikado, estaba obligado a conservarla «en óptimas condiciones», contratar un seguro de responsabilidad civil y daños y «ejercer la necesaria vigilancia y cuidado». Adrián Serna, supo de los requerimientos de la fundación en marzo de 2017, recién llegado a la Alcaldía cuando admite que le urgían muchas otras cuestiones. En noviembre de 2018, la fundación requirió documentación al Ayuntamiento y nunca respondió. De ahí que en febrero de 2019, técnicos de la fundación viajaran a Villarcayo para comprobar el estado de la máquina y solo un mes después se interpusiera una demanda en la vía civil en un Juzgado de Madrid.
En la demanda, a la que ha tenido acceso DB, la fundación exigía al Consistorio una indemnización de 226.357 euros, «el coste de reparación de la locomotora incluido el transporte mediante grúas y camiones de transporte especial a las instalaciones de la fundación». A ello sumaba los intereses de demora, 48.040 euros, y el pago de las costas, otros 47.492 euros. Así pues, hubiera podido suponer 312.889 euros al Consistorio, que pactó 108.000 euros de indemnización a pagar en 24 meses -se comenzó a abonar en 2021-, más el transporte que acaba de salir a concurso por 40.000 euros. Serna asegura que para la fundación ya era «innegociable» que la Mikado continuara en Villarcayo y solo quedaba tratar de reducir la indemnización.