Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Una indeseada imputación

03/06/2021

La imputación de María Dolores de Cospedal y de su marido Ignacio López del Hierro no ha podido llegar en peor momento para Pablo Casado.

Una imputación no significa que la ex secretaria general sea finalmente condenada, el comisario Villarejo es experto en montar acusaciones que se han demostrado falsas; pero cualquier decisión judicial que cuestione el comportamiento de un personaje público, y que conlleve una investigación, coloca en una situación muy difícil a quien se encuentra ante esa imputación. Lo saben miembros destacados del Psoe y del PP que han ocupado cargos de máxima responsabilidad, en unos casos con archivo pero en otros cumpliendo condenas, como lo saben destacadísimos empresarios y banqueros.

A María Dolores de Cospedal sus adversarios han intentado ligarla con Villarejo por la relación de años que mantenía el ex comisario con su marido. Cospedal cometió un grave error al citarse con el comisario en su despacho un día en que no había nadie en Génova y la reunión podía celebrarse sin testigos. Pero también fue la dirigente del PP más dura con Luis Bárcenas, al que le mostró la puerta de salida, con lo que se ganó un enemigo para siempre. Ahora Villarejo la vincula con el caso Kitchen, que montó Villarejo para robar documentos que guardaba el ex tesorero del PP y que podían comprometer al partido. Operación que Villarejo afirma que fue un encargo de dirigentes del PP. Será la policía judicial la que investigue qué personas están implicadas, y un juez el que determine el grado de responsabilidad de la ex secretaria general del PP. Si efectivamente existió alguna responsabilidad. Mientras tanto, todas las interpretaciones sobre el papel Cospedal pertenecen al terreno de la especulación.

Hay sin embargo un elemento preocupante para el actual equipo de dirección del partido: Casado debe a Cospedal la presidencia del PP, pues la primera ronda de las primarias la ganó Soraya, seguida de Casado y Cospedal, y los dos últimos acordaron elaborar una lista única con Casado de candidato a la presidencia, para ganar a Sáenz de Santamaría en la segunda y definitiva vuelta.

Un acuerdo que sin duda utilizará Pedro Sánchez para intentar salvar su complicada situación actual. Su imagen se encuentra gravemente dañada por el fiasco socialista en las elecciones madrileñas y, sobre todo, por el intenso debate social que ha provocado su decisión de indultar a los presos independentistas catalanes, decisión que lo enfrenta con la Justicia y que ha sido muy mal acogida incluso por un amplio sector del Psoe que va más allá del felipismo y del Psoe de la Transición.

Si hoy se celebrasen elecciones, Casado tendría todas las de ganar y gobernar, por méritos propios pero sobre todo por el gran rechazo que provoca Pedro Sánchez. La imputación de la aliada de Casado en las primarias del PP es la única buena noticia que ha recibido Sánchez en muchas semanas.