Las esperadas obras que transformarán la antigua trama del ferrocarril Santander Mediterráneo en un camino natural, también conocido como Vía Verde, comenzaron hace año y medio y continúan ejecutándose con actuaciones en diversos puntos a lo largo del trazado de casi 60 kilómetros entre Castellanos de Bureba y Cidad/Dosante. Sin embargo, las asociaciones culturales de Tedeja y de Estudios Onienses han alertado de que las obras están "paralizadas a la altura de la finca privada Santé" y se preguntan "si en el origen de esta paralización está el desvío", incluido en el proyecto que apartará la vía verde de su trazado ferroviario y servirá para sortear esta propiedad privada. Ante las dudas suscitadas, DB ha preguntado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Subdelegación del Gobierno en Burgos si el plan de obra sigue contemplando el desvío o, si por el contrario, el trazado se va a ver interrumpido en este punto. Desde el Gobierno central han declinado pronunciarse.
Los responsables de este proyecto en el ministerio dejan sin respuesta éstas y otras cuestiones planteadas, al menos, de momento, dado que han remitido a este periódico a la información que arroje una reunión que celebrarán a mediados de septiembre con representantes del Ceder Merindades sobre ésta y otras cuestiones. El Ceder ha actuado desde hace más de una década como impulsor del proyecto y coordinador de las gestiones entre los siete ayuntamientos por los que transcurre y las distintas partes implicadas en su desarrollo, desde Adif (antigua Renfe), como propietario de la trama del ferrocarril, hasta el propio Ministerio, que lo financia con el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).
En el caso del desvío de la finca Santé, ubicada en el término municipal de Oña, desde el Ceder admiten que en su día se trabajó para "poner de acuerdo a todos los implicados y al Grupo Asuari Inversor", propietario de los terrenos. De las gestiones realizadas se logró, según la presidenta de esta entidad, Nuria Ortiz, que el proyecto de 5,3 millones de euros incluyera la ejecución del desvío, que conlleva sacar de la vía verde aproximadamente un kilómetro de la trama del ferrocarril. Ortiz insiste en que "el objetivo del Ceder es que este camino natural se ejecute y seguiremos trabajando para ello".
Ante las valoraciones de las dos asociaciones, la presidenta del Ceder asegura carecer de cualquier información relativa a una posible paralización de las obras a la altura del desvío o sobre cualquier otro tipo de problema que haya podido surgir. "No nos han comunicado nada desde el ministerio", concluye Ortiz, quien espera obtener respuestas y conocer la situación real de las obras en septiembre.
Mientras, desde las asociaciones de Trespaderne y Oña también han reclamado que se aclare, "si el desvío proyectado por la margen izquierda del río Oca, que implica la construcción de dos pasarelas más estrechas sobre el río y un mayor desnivel del camino por la ladera, no es un obstáculo para el desarrollo de la iniciativa y cumple con todos los requisitos medioambientales y técnicos que se exigen a este tipo de vías verdes". Ante esta cuestión, el ministerio también mantiene silencio.