Diego Porcelos

MARTÍN GARCÍA BARBADILLO
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HEMEROTECA| "Se supone que nació alrededor del 855 y se sabe que falleció, con las botas puestas, en el 885. Ya sabes: vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver".

Diego Porcelos

¿Quién es? Diego Rodríguez Porcelos, segundo conde de Castilla y fundador de la ciudad de Burgos en el 884.

Edad. Se supone que nació alrededor del 855 y se sabe que falleció, con las botas puestas, en el 885. Ya sabes: vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver.

¿A qué se dedicaba? Siendo noble, en el siglo IX, a tirar de espada día y noche. Los reyes asturianos y luego los leoneses (Castilla era solo condado) encargaban la defensa de sus fronteras a los nobles. Diego se encargaba de este sector que era muy animado porque había tortazos constantes con los musulmanes en los alrededores del Ebro.

¿Y era bueno en lo suyo? Parece que sí. En los veranos del 882 y 883, el emir de Córdoba mandó sendas expediciones de invasión que Porcelos paró en la fortaleza de Pancorbo. Era, como mínimo, un gran defensa.

Con tanta guerra, ¿cuándo tuvo tiempo de fundar Burgos? Justo después de lo de Pancorbo, el rey Alfonso III y el emir de Córdoba firman una tregua que durará varios años. El soberano cristiano aprovecha la paz para desplazar hacia el sur las fronteras, repoblando tierras al norte del Duero, básicamente vacías. Dentro de esta estrategia ordena a Diego la población de lo que sería Ubierna y Burgos en la primavera del 884.

¿En primavera? Bueno, no es un dato seguro, solo una suposición, pero tiene su lógica. ¿Hubieses fundado tú una ciudad aquí un martes chungo de viento norte de noviembre? Probablemente Diego tampoco. Más bien parece que se dejó llevar por el entusiasmo primaveral.

¿Qué hizo en la ciudad tras fundarla? Poca cosa, no tuvo tiempo. Resulta que los muladíes (musulmanes de origen hispano) asentados en La Rioja no aceptaban la jurisdicción del emir de Córdoba, así que la tregua no iba con ellos. En una incursión de estos en La Bureba encontró la muerte el 31 de enero del año 885 en Cornudilla.

¿Tiene reconocimientos en la ciudad? Hay cosas, sí: una calle (pegada a la catedral), un instituto (el mío), un cuartel y dos estatuas. Lo de las estatuas es lo más interesante.

¿Por qué? Como te he dicho, tiene dos. Una se puede ver en el Arco de Santa María, que es algo así como el Salón de la Fama burgalés. Le acompañan el Cid, Fernán González, los jueces de Castilla (Laín Calvo y Nuño Rasura)... La alineación titular, ahí no podía faltar. La otra estatua es en solitario: ecuestre, con Diego bien erguido blandiendo una lanza con pendón en una mano y sujetando el casco con la otra. Estaba en la Plaza de San Juan, frente al monasterio, en el medio, una ubicación importante.

¿Estaba? Sí, ya no está. En 2011 se reformó la plaza y parece que la figura del fundador no quedaba bien. La quitaron del pedestal con una grúa enorme y se la llevaron tumbada en un camión. Siempre es impresionante ver una escultura enorme volando por los aires. La escena recordaba a la película Good Bye Lenin! cuando el helicóptero soviético se lleva la estatua de Vladimir Ilich.

¿Acabó en un cementerio de esculturas como Lenin? Casi. Lo colocaron en una rotonda al lado del río. ¡Una rotonda! El sitio no está mal, pero no es de paso ni mucho menos. De hecho, es la entrada a Santa Teresa, que es un aparcamiento al aire libre.

Una rotonda en un párking... No me imagino la escultura de la loba, Rómulo y Remo en un lugar así en Roma. Sí, la relación de está ciudad con su fundador tiene un punto freudiano. Ya sabes, todo eso de matar al padre. Quizás es porque se anticipó montando el campamento aquí en primavera y nos condenó a este frío o por lo que sea, pero deberíamos tumbarnos en un diván para ver si nos lo aclaran.

Pues sí. Y hay más en esta relación esquizofrénica. En los últimos tiempos han surgido teorías que sostienen que la ciudad la fundaron los romanos. Así que no solo se mata al padre sino que se le niega la paternidad.

Pobre hombre. ¿Y nadie lo reivindica? Los dos últimos años se ha organizado un homenaje en su estatua de la rotonda el día de su fallecimiento. Pero no creas que ha sido multitudinario. Ya has visto que no corren buenos tiempos para Diego.

Si quiero parecer integrado... Plántate delante del Arco de Santa María, señálalo y cuenta un par de las cosas que hemos dicho aquí de su vida.

Nunca, nunca, nunca... Lo maldigas cuando el frío te destroce. El hombre no tenía mala intención.

*Esta Contra se publicó en el suplemento Maneras de Vivir del 21 de marzo de 2020