Japón protagonizó la segunda gran sorpresa del Mundial al imponerse a Alemania por 2-1 tras una remontada fraguada en las intervenciones del guardameta 'Benji' Gonda y el último gol de su delantero, el 'panadero' Asano.

Gonda, que cometió un inocente penalti en el primer tiempo para permitir a Ilkay Gundogan abrir el marcador del estadio Khalifa International, se convirtió a partir de ese momento en un muro.

Como el mítico protagonista de la serie Campeones Benji Price, el arquero del Shimizu S-Pulse levantó un muro a partir de ahí, sobre todo en una jugada en el segundo período en la que hizo cuatro intervenciones seguidas.

Gonda es hasta el momento el guardameta del Mundial de Qatar que cuenta con más paradas, con ocho, y fue también uno de los héroes del histórico triunfo nipón ante la 'Mannschaft'.

A partir de ahí y de todo un trabajo de disciplina, solidaridad, paciencia y valentía, el equipo creció hasta sellar su campanada, rubricada por el gol de Takuma Asano, que llevaba pocos minutos en el terreno de juego.

Su salida al campo, junto a la de Ritsu Doan y Takuma Minamino, fue determinante a la hora de la verdad para propiciar el batacazo de la tetracampeona Alemania.

Asano juega en el Bochum actualmente. Es uno de los 'Bundesamurais' del equipo, futbolistas que militan en clubes germanos. Nacido en Komono con 28 años recién cumplidos vivió quizá el día más glorioso de su complicada carrera futbolística, que adorna con su pasión por el pan. De hecho fundó una panadería, Asanorashisa de la que presume en sus redes.

Profesional desde que hace nueve años firmó por el Sanfrecee Hiroshima, en 2016 fue anunciado como refuerzo del Arsenal, no recibió el permiso de trabajo y fue cedido al Stuttgart y luego al Hannover. Cubrió su siguiente etapa en el Partizan de Belgrado, donde tuvo sus mejores momentos y desde 2021 milita en el Bochum.

Ambos, junto a sus compañeros, se han hecho un hueco en el álbum del Mundial de Qatar 2022 y de la historia del fútbol japonés.