La carrera y la vida personal de la violinista Blanca Altable se vio alterada por completo con la llegada de su primer hijo. La maternidad supuso «una renuncia y un colapso». «Siempre lo digo, aún deseándolo, ser mamá fue un colapso muy grande (y necesario para mí)», afirma la música. Sacudida todavía por esa montaña rusa de emociones, miedos, paralización, estrés y  pérdida de la identidad, un día decidió dejar de lamentarse por no tener tiempo y se puso a tocar mientras el pequeño jugaba.   

Aquello fue la semilla de Niño del invierno, un tema que aunque sigue la línea experimental de su primer álbum en solitario, Somos polvo, presenta cierto cambio de rumbo que la creadora define como «minimalismo épico» con referentes tan dispares que van de Neønymus a Hania Rani. «Es una manera de aceptar la ambigüedad y dualidad de la ma-paternidad y poder expresarlo creativamente», afirma. A través de las capas de su voz y violín, la música le canta a la maternidad al tiempo que permite conocer cómo es el parto de un nuevo trabajo y por dónde van los tiros de ese próximo proyecto. 

La canción ha sido producida por la propia violinista y Samuel Peñas, conocido por su faceta de músico en bandas como la reciente The Mañana Culture, la ya extinta Kasparov vs Deep Blue o Entertainment.

Y aunque el tema se podrá escuchar en todas las plataformas digitales a partir de mañana, 21 de marzo, Niño de invierno sonará como debe, en directo, en el concierto que ofrece el viernes, día 24, en la Casa de Cultura de Gamonal. Será a las 20:15 horas, y en compañía de su loop station, los pedales de efecto y las visuales del artista Javier Llanillo. En esta ocasión estarán sobren el escenario, además, el poeta J. M. Moure y la bailarina Estrella R.L.

Las entradas cuestan 5 euros y están disponibles a través de los canales habituales: TeleEntradas, para adquirirlas por internet, o en las taquillas del Teatro Principal, la Casa de Cultura de Gamonal, Cultural Cordón y el Centro de Arte de Caja de Burgos (CAB).