Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


Cartas desde un verano distinto (I)

03/08/2020

El de 2020 es un verano diferente, pero hubo otros que también lo fueron. Desde ellos, llegan cartas).
Querida P.:
¿Cómo estás? Espero que bien, yo también lo estoy. Aunque ¡menudo verano este!; es el primero de mi vida que no paso en el pueblo, quién me lo iba a decir hace nada. Pienso muchas veces que mis padres tendrán buen trajín ya con la siega y no les puedo ayudar.  Me imagino a padre dando voces a los bueyes y jurando cuando se paran; está mal decirlo, pero no los sabe llevar como yo.
Cuando recibas la presente, ya te habrás enterado de que hay un poco de jaleo por aquí. Nosotros llegamos hace unos días, pero no te preocupes por mí, estoy lejos de la ‘verbena’. Figúrate que solo he visto el Ebro de refilón, una tarde que alcanzamos una loma después de caminar por unos majuelos como los nuestros. Y, la verdad, es digno de ver, te gustaría mucho: es hondísimo y por lo menos veinte veces más ancho que el Arlanza en nuestro pueblo.
Como ya te he dicho, ando bien. Hace mucho calor, eso sí, pero calor de verdad y no hay encinas para tumbarse a su sombra. Fíjate si hará que a veces hasta echo de menos el ‘fresco’ que pasé este invierno en Teruel, que ya es cosa de locos. Comemos bien y ando con brío, aunque estar aquí, a veces, se hace pesado. Ya sabes que yo no me puedo parar quieto y aquí casi todo el tiempo nos dedicamos a esperar y esperar. Muchas veces no sabe uno ni lo que está esperando. En esas esperas cambiamos de guerra y empleamos todas nuestras armas contra los piojos. Lo hacemos más por matar el rato que por otra cosa, porque acabas con uno y al poco aparecen tres.
Otros días, caminamos bastante. No te puedo dar detalles, pero cruzamos trigales, viñedos y pueblos que me recuerdan al nuestro. Hace poco, atravesando la plaza de uno, salía una chica de un soportal y me pareciste tú.
Lo mejor del día es cuando cae el sol. El calor afloja, empiezan a sonar los grillos y el cielo sobre mi cabeza se llena de estrellas. Ahí casi me parece que estoy contigo, como estaré seguro muy pronto, antes de diciembre espero, y celebramos juntos mis 21 años.
Tengo que dejarte, mandan a formar. Si puedes, envíame papel de cartas y de fumar también que voy escaso.
Te quiere, M.
Frente del Ebro, 4 de agosto de 1938.
Salud y alegría.