Gran fuga de talento

ÁLVAR ORTEGA
-

El cierre de la academia dirigida por Cristiano de Oliveira deja al tenis burgalés sin su mejor cantera

Clínic impartido por David Pérez Sanz y Nicolás Álvarez a niños de las categorías alevín y benjamín en la Academia Oliveira Tennis Pro. - Foto: Alberto Rodrigo

La Academia Oliveira Tennis Pro, principal descubridora y potenciadora de talento burgalés en los últimos años, ubicada en el polígono de Villalonquéjar, ha cerrado sus puertas. Su director, Cristiano de Oliveira, señala como principal causa «la imposibilidad de mantener el proyecto con ocho meses sin ingresos».

La situación provocada por la COVID-19 ha agravado los ya de por sí difíciles veranos, y ha supuesto el final de un proyecto que comenzó en 2015 y que ha conseguido poner al tenis burgalés en el panorama internacional.

Mario Mansilla, en último año júnior, y Nicolás Álvarez, que encara su primera experiencia como profesional, son los dos principales jugadores formados en la academia. Este último, clasificado en el puesto 629 del último ranking ATP, lamenta «que les hayan forzado a tomar esta decisión que por primera vez me aleja de Burgos». Ambos encaran el futuro en Valencia, pues allí encontrarán «las condiciones básicas que en Burgos no ofrecen», tal y como indica Cristiano, que además señala al Ayuntamiento como principal obstáculo para poder continuar con el proyecto: «En Valencia 4 o 5 clubs han ofrecido a Mario y Nicolás ayuda e incluso entrenar en sus instalaciones mientras que en Burgos todo eran impedimentos y negativas a nuestras propuestas».

Nicolás Álvarez posa con su raqueta en las instalaciones de la academia.Nicolás Álvarez posa con su raqueta en las instalaciones de la academia. - Foto: Patricia

Sin embargo, la labor de la academia no se limitaba a potenciar la gran proyección de estos dos jóvenes. De Oliveira señala que habrá dos consecuencias principales para la ciudad a raíz del cierre.

La primera afecta al resto de tenistas del proyecto, que ahora no encontrarán una cantera que los forme como se venía haciendo desde hace años. «Hasta 15 chicas y chicos de Burgos tenían un potencial superior al de Nicolás y Mario. Con ellos no hubiéramos cometido los errores que sí tuvimos al comenzar esta aventura, hubieran podido llegar muy lejos», señalaba el director.

Además, con esta decisión se cierra la posibilidad de convertir la ciudad de Burgos en una de las principales fábricas de talento internacional. Cristiano de Oliveira lamenta que «Burgos ya no va a albergar jugadores internacionales. Nosotros formábamos a jóvenes de Rumania, Portugal o Argelia, entre otras muchas nacionalidades».

Cierre de la escuela para personas con discapacidad. La segunda consecuencia es el cierre de la escuela para personas con discapacidad que contaba con hasta 50 miembros. El director señala que esto «es lo que más duele. Se intentó evitar por todos los medios, incluso facilitamos al Ayuntamiento las condiciones, pero solo recibimos impedimentos que han obligado a cancelar la iniciativa».