Juan Ángel Gozalo

Plaza Mayor

Juan Ángel Gozalo


Vítores al césar

03/08/2020

No hay un día en el que los políticos de este santo país no nos dejen de sorprender. Eso sí, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se lleva la palma de largo. El líder socialista, cual ave fénix, resurgió de las cenizas de Ferraz convertido en un refulgente y poderoso halcón y las urnas le fueron favorables. En este tiempo de gobierno de coalición con Pablo Iglesias ha demostrado que es un auténtico animal político, con mil y una caras y, sobre todo, mucha hambre de poder monclovita. 
Ahora, indemne de una gestión de la pandemia manifiestamente mejorable, ha mudado en un genuino césar. Lo demostró esta misma semana en el Congreso de los Diputados, rodeándose de todos sus fieles para aumentar los decibelios de los aplausos y adular  un poco más su ego. La bancada progresista le dio  la bienvenida a la sesión plenaria de pie y con varios minutos de aplausos para celebrar el histórico acuerdo de la UE sobre el plan de recuperación tras el coronavirus.
Tal era el ardor que los socialistas, por cierto, no guardaron las distancias ni cumplieron el pacto con el resto de grupos parlamentarios para limitar la presencia de señorías en el hemiciclo por la covid. No importaba, la consigna era aplaudir como una piña, todos juntitos y a rabiar, al emperador todopoderoso que venía victorioso -o eso dicen- de las guerras de Bruselas, con un botín considerable en fondos europeos para la atribulada España después de vencer  en cuatro días de combates a la irreductible tribu de los ‘frugales’.
Solo faltó que  Pedro Sánchez entrara en cuádriga y que Adriana Lastra, jefa de la guardia pretoriana, el resto de la tropa auxiliar socialista y los legionarios podemitas gritaran  a los cuatro vientos eso de Ave, César y colocaran sobre la testa presidencial una corona de laurel. Lo del saludo romano hubiera quedado demasiado fascista, más propio de los de Abascal.
Pan y circo, así nos va.