Los pantanos de Burgos, los que menos recuperan del Duero

H.J.
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Úzquiza y Arlanzón apenas ganan volumen embalsado ante las tímidas precipitaciones aportadas, que no compensan la alarmante sequía invernal

Aspecto que presentaba la torre de control del pantano de Úzquiza el pasado mes de marzo. - Foto: Alberto Rodrigo

Las precipitaciones acumuladas a lo largo de las últimas semanas han supuesto un notable alivio para el campo, pero los pantanos todavía no lo notan porque venían de una situación ya preocupante después de una larga y profunda sequía invernal.

Debido al flujo de los temporales durante las últimas semanas, que no han respondido a las habituales características en las que la provincia de Burgos se riega más generosamente pues se han centrado más en el sur y han traído muy poca nieve, los pantanos que abastecen a la capital burgalesa son los que menos se han recuperado de toda la cuenca del Duero.

Según los datos de la Confederación Hidrográfica (CHD) actualizados este viernes 8 de abril, a lo largo de la última semana el llamado «sistema Arlanza» formado por Úzquiza y Arlanzón solo ha recuperado 0,2 hectómetros cúbicos.

El dato contrasta notablemente con los más de 14 que se han apuntado otros embalses como el de Santa Teresa (Salamanca) o los del Esla y Órbigo (León), o los casi 4 que suman como promedio los pantanos palentinos.

Siempre según los niveles de hace tres días, Arlanzón se encuentra prácticamente al nivel medio de los 10 años anteriores mientras que Úzquiza, mucho más grande, está claramente por debajo del promedio decenal.

El pantano situado aguas arriba almacena 20,3 hectómetros cúbicos de una capacidad máxima de 22, tras haber perdido incluso 0,2 hectómetros cúbicos en la última semana, algo habitual para la esta época del año y que no resulta significativo, pues como siempre advierten desde la CHD deben tomarse como un sistema de explotación conjunto en el que también entra la presa de Úzquiza.

En esta última hay poco más de 47 hectómetros cúbicos frente a una capacidad de almacenamiento total de 75. Esto supone que está al 62,1% de su capacidad  cuando el año pasado tenía más de 58 hectómetros cúbicos y lo normal, según los datos de la última década, sería que tuviese casi 57 en este momento de la primavera.

Registros y pronóstico. La tímida recuperación de los embalses, que es apenas una estabilización tras la caída que venían sufriendo en las semanas precedentes, se debe a unas lluvias que no bastan aún para compensar las carencias de los trimestres precedentes.

La estación que la Agencia Estatal de Meteorología tiene en el aeropuerto de Burgos ha medido desde el 1 de marzo y hasta hoy algo más de 65 litros por metro cuadrado, más de los que se consideran normales a estas alturas de abril. Sin embargo, durante todo el invierno solo se registraron 50 litros en lugar de los 135 que deberían haber caído para considerarse fuera del peligro de sequía.

Los pronósticos del tiempo prevén para estos primeros días de la Semana Santa algunos chubascos que regarán de nuevo la provincia, pero no serán muy intensos y el episodio será demasiado breve.