Sexualidad pública por necesidad

G.G.U.
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Usuarios de Apace aceptaron abrir su intimidad al fotógrafo Chomi Delgado para protagonizar una muestra que rompe con el tabú del amor y de las relaciones de personas con discapacidad. Estará en el vestíbulo del HUBU hasta el 11 de enero

Sexualidad pública por necesidad - Foto: Alberto Rodrigo

Soraya González y Nacho Ansótegui son pareja desde hace casi veinte años, pero necesitan de la ayuda de otras dos personas para
poder tener contacto físico. Los dos tienen parálisis cerebral con afección motora, pero no intelectual. Así que cuando el fotógrafo Chomi Delgado y el personal de Apace les propuso participar en un reportaje cuyo objetivo era exhibir cómo viven su relación y su sexualidad, hubo cierto debate. A ella le daba vergüenza abrir la puerta de su dormitorio a un desconocido, pero él no tuvo duda: «Si con estas fotos podemos ayudar a otras parejas con discapacidad a iniciar su relación, perfecto». Y así, González y Ansótegui se convirtieron en protagonistas de una de las cuatro historias de la exposición ‘Tal día como hoy’, que puede verse desde ayer y hasta el 11 de enero en el vestíbulo del HUBU y que pretende romper con los tabúes de las relaciones y el amor en personas con discapacidad.

Delgado inmortalizó la intimidad de esta pareja en doce instantáneas que hace ahora un año recibieron un premio estatal -el Lux de
Plata en la categoría de reportaje documental- no solo por la necesidad de dar visibilidad a este tema, sino por hacerlo con naturalidad y sin caer en lo explícito. Unas cualidades que también animaron a los protagonistas de las otras tres historias que conforman la exposición, encargada por la confederación de asociaciones de personas con parálisis cerebral -Aspace- y como siempre itinerante.

Es el caso de Raúl Barbero y Leticia García, casados desde 2014 y los dos con parálisis y afección motora, pero no intelectual; a él se le nota al caminar y a ella en nada. Así que Barbero ha terminado por habituarse a que la gente se dé la vuelta para mirarlos si van de la mano por la calle o a que se dé por hecho que ella es «la voluntaria» que le acompaña. «Yo soy licenciado en Derecho y abogado. Leticia es profesora de Historia en un instituto público. Somos una pareja normal, pero tenemos que demostrarlo constantemente. La gente, a priori, no piensa en esa posibilidad», explica Barbero, que se sintió muy cómodo durante la sesión. «Chomi quería naturalidad y nos lo hizo tan fácil, que nos olvidamos de que estaba él», señaló.

Algo más le costó perder la vergüenza a Selva Delgado, que camina con muletas por su espina bífida mientras que su novio, Sergio
García, tiene parálisis cerebral y necesita silla de ruedas. Una circunstancia que no ha impedido que ya hayan celebrado diez años de relación completa, aunque no vivan juntos. «Fuera de la discapacidad hay quien no imagina nuestra relación y si aceptamos participar fue porque creemos que hay que hacer ver que la discapacidad es una circunstancia más de la vida», señaló ayer Selva, que está satisfecha con el resultado. «Las fotos son muy bonitas», reconoce.

Más contundente es Álvar Alonso, programador informático que ha crecido en silla de ruedas por su parálisis cerebral y que ha repetido hasta la saciedad que eso es lo único que le diferencia de cualquier otra persona de 30 años. «Todos vivimos la sexualidad de forma diferente y personal, pero en discapacidad es un tema tabú y tiene que dejar de serlo», dice, destacando que él conoció a su pareja y «gran apoyo», Sheila, en las fiestas de Lerma y que después de diez años, sigue habiendo gente que le pregunta, directamente, cómo es el sexo. «La gente tiene curiosidad, pero siempre contesto que lo único que me diferencia de los demás son las ruedas", concluye.