De momento no hay partida para el Festival Internacional de Folclore de este año, la edición número 44, que ya tiene su programa cerrado y reservados los pasajes para los grupos extranjeros. Aunque la cita está en el calendario de las actividades anuales de la Gerencia Municipal de Cultura, el presupuesto se tambalea porque la concejalía debe afrontar importantes pagos atrasados y extrajudiciales de crédito que están mermando sus finanzas. El pago más gordo es el que atañe a los servicios técnicos de las actividades del Ayuntamiento, cuyo concurso se resolvió hace apenas unos meses tras un recurso, pero mientras tanto se han seguido acumulando las facturas por los trabajos ofrecidos fuera de contrato. El equipo de Gobierno estudia de dónde rascar, porque a día de hoy no hay dinero para esta cita.
«Puede que haya un problema de ajuste presupuestario, pero a estas alturas no podemos echarnos para atrás con el festival dado que ya hemos contado con los grupos que van a participar, les hemos ayudado a ajustar una agenda con actuaciones en otras ciudades españolas e incluso están comprados los billetes, algo que lógicamente nos podrían reclamar», apunta la presidenta del Comité de Folclore, Regina Peñacoba, que confía en que las cosas se resuelvan y puedan celebrar una edición sin sobresaltos. «Aún nos queda mucho trabajo por delante y seguiremos avanzando mientras no nos digan otra cosa».
El 44 Festival Internacional de Folclore está previsto para que se celebre entre el 12 y el 16 de julio y su programa cuenta con cinco grupos, cuatro internacionales y uno nacional. Este año vendrían a actuar a Burgos agrupaciones de Bolivia, Estados Unidos, Guinea-Bisáu, Polonia y Ronda (Málaga). Algunos de estos grupos tenían pendiente su participación en el festival desde 2020, cuando se canceló por la pandemia.
No es la primera vez, por otro lado, que el Festival tiene problemas para celebrarse. En 2018 estuvo a punto de sucumbir tras los retrasos en el pago de la subvención del año anterior y de parte de la de 2016. Finalmente pudo realizarse, no sin muchos quebraderos de cabeza. Ahora, y después del paréntesis por el coronavirus, la cita vuelve a estar en entredicho por motivos ajenos a la organización.
'Burgos raíz y evolución'. De todas formas no son buenos tiempos para el folclore, nos tememos. Las fiestas de San Pedro y San Pablo de este año no contemplan el Castilla Folk, la cita con grupos de música tradicional que, aunque nació con fechas y escenarios independientes, desde 2012 formaba parte del programa de las fiestas mayores.
Tampoco se ha convocado el concurso Burgos Raíz Evolución que se celebraba dentro del ciclo y que daba la oportunidad a los que formaban parte del palmarés de participar en festivales de la provincia como el Demandafolk y el Pollogómez, además de repetir en el Castilla Folk de la siguiente edición.