El Plantío seguirá acogiendo fútbol de Segunda otra temporada más. Con un empate en La Romareda, el Burgos CF ha alcanzado el objetivo de los 50 puntos, y la permanencia, y tiene por delante cinco partidos para que el equipo compita sin presión sobre el césped, el club continúe planificando la nueva campaña en la división de plata y la afición celebre por todo lo alto un auténtico éxito, impensable sin ir más lejos el verano pasado. 

Michu, el arquitecto que levantó del subsuelo este proyecto -nada más llegar y sin tiempo para ubicarse el Burgos CF recibía una bofetada en Leioa (5-0)-, seguirá al frente de la dirección deportiva con Óscar Río a su lado. Y esa es la mejor noticia reciente con vistas al futuro. También la renovación de Mumo. Igual que apostar por la continuidad de Matos, Córdoba, Alfonso... 

Respecto al banquillo, 15 días de plazo ha dado el club al entrenador que 20 años después ha devuelto y mantenido al Burgos en el fútbol profesional para decidir su futuro. «Nadie es imprescindible», llegó a decir la semana pasada el presidente Santidrián. «Hay que tener un pelín de paciencia en la vida y creo que podemos llegar a buen entendimiento», respondió el técnico Calero.  

Sin prisa, pero sin pausa. Sin dispendios, pero haciendo un esfuerzo por retener a quienes han demostrado su valía y estén dispuestos a continuar. Con tino al reforzar posiciones clave, con capacidad para atraer aún más masa social y con tiento para sumar a la causa al Burgos Promesas y a otros clubes locales. Así, asentar este proyecto en el fútbol profesional estará más cerca. Y todos saldremos ganando. Win-win. Que se lo digan a la hostelería el día que vino el Oviedo, el Sporting...  

Burgos es de Segunda. Y ojalá también siga siendo de ACB. Por muchos años. Que no nos falte.