Manual para evitar la extinción

I.L.H.
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Ante el inevitable colapso al que se enfrenta nuestra especie, Eudald Carbonell describe en 'El porvenir de la humanidad' las herramientas imprescindibles para remontar y seguir evolucionando

El codirector del Equipo de Investigación de Atapuerca ha elaborado un decálogo para la supervivencia de nuestra especie. - Foto: Valdivielso

Lleva 20 años advirtiendo de que nos estamos asomando al precipicio como especie. Ante el inevitable colapso al que nos dirigimos, Eudald Carbonell ha elaborado un manual de instrucciones para evitar nuestra extinción, un decálogo en el que desarrolla los conceptos pero también las acciones que debemos llevar a cabo para superar los obstáculos después de la catástrofe. «Ya sabemos lo que no hay que hacer. Cuando el desastre sea inevitable -y no es un futurible porque lo veremos nosotros-, lo que queda es remontar para seguir evolucionando. Y el esfuerzo debe ser colectivo». El científico habla de romper con el pasado y reflexionar sobre qué futuro queremos. «Es el ultimo aviso porque solo hay una especie».

En El porvenir de la humanidad. Decálogo para la supervivencia de nuestra especie (RBA) todos los conceptos que plantea el codirector del Equipo de Investigación de Atapuerca están ligados entre sí y confluyen en una forma de humanidad que no es la que conocemos: «Seremos otra cosa. Después de haber completado un ciclo evolutivo, nos deshumanizaremos. Esto no significa que seremos menos humanos, sino que seremos algo diferente».

Carbonell define y sintetiza ideas ampliamente desarrolladas en otras ocasiones como la necesidad de acabar con la globalización porque neutraliza la necesaria diversidad. No habla de volver a la economía autosuficiente, sino de finiquitar la uniformidad que conlleva, tanto de conductas como de culturas y pensamientos. «Ni todos somos iguales, ni nos conviene serlo. Convergemos porque somos la misma especie pero no podemos perder nuestra identidad, que es la que contribuye a la diversidad», afirma.

Acabar con la globalización conlleva cumplir otros puntos del decálogo, como eliminar las jerarquías y los liderazgos sociales y apostar por una individualidad colectiva, que no es otra cosa que trabajar de forma convergente cada cual con sus habilidades, como personas competentes, que no competitivas. «La conciencia operativa busca un individuo que trabaje de forma colectiva, al que no se le cape mentalmente y que pueda contribuir», explica. Y aquí entra también la femenización de la especie y la eliminación de cualquier sesgo o discriminación sexual porque la contribución debe ser por igual.

Si nos convencemos también del imprescindible equilibrio ecológico y afrontar otro tipo de consumo, podremos seguir evolucionando como especie o multiespecie: «A finales de este siglo habrá varias subespecies de Sapiens: los que conseguiremos fabricar con ingeniería robótica, los editados genéticamente en el laboratorio, los manipulados genéticamente para adaptarse y los conservacionistas que no querrán ningún tipo de manipulación». 

Con este decálogo, en definitiva, Carbonell confía en nuestra capacidad de reacción: «Mi esperanza es la gente joven. Estos pensamientos pueden servirles de pauta para desarrollarlas. Es una forma de decirles que hay solución. Nosotros lo hemos hecho mal, pero ellos pueden revertir la situación», concluye.