El interior de las columnas debe llevar semanas sin limpiarse.  / LUIS LÓPEZ ARAICO
El interior de las columnas debe llevar semanas sin limpiarse.  / LUIS LÓPEZ ARAICO
Ocho ejemplares, peleando por unas migas sin recoger.

Luis López Araico

Las deposiciones se acumulan en cualquier rincón.

Luis López Araico

El interior de las columnas debe llevar semanas sin limpiarse.

Luis López Araico

Están tan acostumbradas a la presencia humana que no se cortan a la hora de invadir las mesas y atacar los cruasanes y los cafés a medio consumir.

Luis López Araico

Se encaraman a los toldos y reparten sus excrementos sobre los clientes.

Luis López Araico

Los gorriones son sus únicos rivales en la pugna.

Luis López Araico

Llegan antes ellas que el camarero a por la propina.

Luis López Araico