Sinopsis oficial
Un grupo de adolescentes sospecha que un agente de policía vecino del barrio donde viven es en realidad un asesino en serie. Deciden que pasarán el verano vigilando a este hombre, con la intención de obtener las pruebas que confirmen su teoría. Pero a medida que se van acercando a la verdad, aumenta también el peligro que se cierne sobre sus vidas.
La crítica -
Por J.M.S.
Anouk Whissell, François Simard y Yoann-Karl Whissell, también conocidos como Roadkill Superstar, son un trio de jóvenes directores de Quebec que llevaban una veintena de cortos a sus espaldas cuando presentaron su primer largometraje, Turbo Kid, en el Festival de Sundance y consiguieron el Premio del Público. Esta es su segunda película y está claro que rinde homenaje a los largometrajes de aventuras de los años 80 que les marcaron, todos ellos protagonizados por adolescentes metidos a detectives, películas como Los Goonies (Richard Donner) o Cuenta conmigo (Rob Reiner)
Un grupo de amigos adolescentes pasan un verano aburrido hasta que empiezan a sospechar que un vecino de su barrio puede ser el responsable de una serie de asesinatos cuyas víctimas han sido chavales de su edad. De tal forma que deciden vigilar a ese individuo con el objetivo de encontrar pruebas que confirmen sus teorías. No obstante, lo que parece un simple divertimento se va haciendo peligroso a medida que se acercan a la verdad.
Nostálgica, y más de suspense que de terror, como en las mencionadas películas de los 80 hay bicicletas, acné, urbanización aparentemente tranquila y buena amistad, la única seña diferente es que estos chavales manifiestan sus deseos sexuales con un lenguaje bastante tosco. El intríngulis del guión estriba en que, desde el arranque, se muestra un posible culpable y el desarrollo de los acontecimientos descubrirá si éste es inocente o culpable. Todo ello relatado en imágenes con impactos visuales efectistas que funcionan bien en pantalla.
No puede decirse que tenga un argumento original, pero se ve con mucho agrado debido a una buena ambientación de época, tanto en decorados como en la descripción de la forma como se veía y se entendía la vida en los años retratados.