Guillermo Arce

Plaza Mayor

Guillermo Arce


Carretera de Santander

18/04/2024

Coincidirán en que es una de las más hermosas y entretenidas. Las curvas por los cañones del Ebro y el Rudrón, las rectas infinitas del páramo de Masa con el Alto Campoo y la Montaña Palentina en el horizonte, los hayedos de Carrales... En este camino uno se puede cruzar con corzos, jabalíes, tejones, zorros e incluso algún buitre merendando el último atropello. Por la carretera de Santander circulan moteros, pelotones de ciclistas, rallies de coches tuneados, deportivos de a millón, camiones de leche y de explosivos y muchas autocaravanas

Uno creía haberlo visto todo hasta que aparecieron los rebaños, no de ovejas sino de turistas, esos que se empeñan en masificarlo, simplificarlo, saturarlo y banalizarlo todo. Aparecieron donde menos te lo esperas, en el cruce de esta carretera con la comarcal que conduce al pueblo de Escalada y las archifamosas cascadas de Orbaneja. Los turistas se lo habían saltado, porque es un requiebro estrecho, mal indicado y con peor visibilidad y porque nunca estuvo pensado para dar acceso a uno de los rincones más famosos en internet. No problem, en mitad de la Nacional, los borregos pasaron de las normas de circulación y decidieron volver al cruce perdido ¡marcha atrás!, venga quien venga. Y veníamos unos cuantos, autocaravanas y muchos más coches que optamos por el frenazo en seco, el volantazo a la cuneta y por rogar al cielo que no aparezca por detrás un camión cual martillo pilón.

Y uno piensa que si para ellos el respeto en carretera es esto, qué más les dará tirar un clínex aquí o allá; aparcar donde les salga...; entrar en los pueblos como si fuesen suyos, sin respeto alguno a la propiedad privada y a la intimidad de sus vecinos; fotografiarlo todo hasta el infinito para colgarlo en las redes... 

Tras un mal frenazo uno se para a pensar si merece la pena este turismo de usar y tirar...