Familias de represaliados en Valdenoceda reclaman al Gobierno igualdad para recuperar sus restos

Europa Press
-

El colectivo se queja de que, tras la ampliación del cementerio, se está enterrando encima de sus parientes

La Agrupación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda (Burgos), en cuya prisión murieron al menos 152 personas de hambre y frío entre 1938 y 1943, reclama al Gobierno y a las administraciones autonómicas y locales igualdad para poder recuperar los restos de sus seres queridos.

El colectivo aplaude los esfuerzos de las administraciones por recuperar los restos de desaparecidos en terribles circunstancias, como los militares fallecidos en el accidente de helicóptero en Canarias, en cuyo rescate el Ministerio de Defensa va a invertir 5 millones de euros, o el caso Marta del Castillo, a cuya familia apoya totalmente, y otros muchos, pero recuerda el deber moral que tiene el Gobierno para con miles de desaparecidos españoles y sus familias, a los que debería asistir la legislación vigente.

En concreto, esta agrupación, a través de un comunicado, cita el artículo 14 de la Constitución española, que señala, textualmente, que "los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".

Por todo ello, y en aras de ese derecho a la igualdad ante la Ley de todos los españoles, las familias que forman parte de la Agrupación de Represaliados en la cárcel de Valdenoceda (Burgos) reclaman al Gobierno las inversiones necesarias para poder recuperar los restos de sus seres queridos, que fueron enterrados hace más de 70 años en una parcela aledaña al Cementerio y que, tras la ampliación del Cementerio, cuya parroquia se hizo con la propiedad de la parcela en la que están enterrados sus familiares, están sufriendo enterramientos por encima de ellos.

Escasas ayudas. La agrupación apunta, además, que en los últimos años solo ha tenido dos ayudas de la Administración central: una, en 2006, para la exhumación de una parte de los restos (se consiguió exhumar 116 cadáveres) y la segunda, en 2009, para la identificación de esos restos (tarea que solo se ha conseguido en 49 casos).

En 2010, el Gobierno concedió una tercera subvención a la agrupación, en este caso para la exhumación de los restos que allí continúan enterrados, pero fue retirada a finales de 2011 y principios de 2012, en un proceso durante el cual el Gobierno reclamó incluso 3.927,55 euros en concepto de intereses de demora.

Así, hay pendientes exhumar los restos que continúan allí enterrados debajo de las tumbas nuevas (los fallecidos del pueblo comenzaron a ser enterrados allí tras la ampliación del Cementerio parroquial) e identificar a todos los allí inhumados para poder entregarlos a sus familiares y que puedan descansar, para siempre y dignamente, donde cada familia desee.

Condiciones inhumanas. En la prisión de Valdenoceda, que fue cerrada en 1943 por las continuas irregularidades que allí se daban y la elevada mortandad, los presos morían de hambre y frío.

Durante años, el colectivo ha recogido multitud de testimonios de supervivientes que coinciden en estos términos, además de los malos tratos -celdas de castigo en los sótanos, inundadas por el Ebro, con el agua hasta el cuello- y la insalubridad del edificio, plagado de chinches y ratas.

Desde hace años, la agrupación trabaja para recuperar los restos de los que allí murieron. Ha conseguido devolver a sus familias 49 restos.