Impulsan una nueva agrupación musical con espíritu pedagógico

I.L.H. / Burgos
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Cincuenta jóvenes de entre 14 y 30 años integran la Orquesta Sinfónica de las Juventudes Musicales de Burgos, una formación para preparar la salida profesional a los estudiantes y ofrecer oportunidades con un repertorio clásico

Adrián (a la derecha, con gafas) tiene 13 años y es el miembro más joven de la orquesta. En la imagen, junto a la mitad de la agrupación. - Foto: Luis López Araico

Tiene 13 años. Le delata su estatura pero, pese a que no llega a la edad mínima prevista para incorporarse a la formación, se ha ganado por méritos propios su ingreso en la Orquesta Sinfónica de las Juventudes Musicales de Burgos, una nueva formación que prevé compaginar el aspecto pedagógico con las actuaciones en directo. Adrián, que toca el violín y canta en los Pueri Cantores, superó con éxito la prueba de acceso y por su trayectoria de joven despierto y responsable ha merecido ser uno más en el grupo.

Como él otros cincuenta jóvenes burgaleses, de entre 14 y 30 años, componen esta formación que nace para preparar la salida profesional a quienes no quieren que la música sea un hobby. La idea partió de cuatro amigos que tras estudiar en el Conservatorio de Música de Burgos concluyeron su formación de grado profesional sin poder actuar en una orquesta que no perteneciera al centro educativo. Este vacío, que sin embargo no se da en el ámbito de las bandas, les hizo plantearse la posibilidad de crear una joven orquesta sinfónica para dar salida a su aprendizaje, y al de los alumnos. «A los estudiantes les viene bien no dejar de tocar ni en vacaciones y tener una parte intensiva al margen del repertorio que practican todo el año. Y lúdica, por supuesto, porque actuar no deja de ser un premio», apuntan Pedro Bartolomé Arce, director de la formación, e Ignacio Germán Yagüe, otro de los promotores.

Desde el lunes y hasta el sábado, que actúan en el Teatro Principal, la orquesta trabaja cinco horas diarias en la capilla de música de las Bernardas. «En los ensayos aprenden y están en continua evolución. Más adelante queremos organizar clases magistrales con profesores invitados, pero de momento tenemos que prepararnos para el concierto con ensayos generales y seccionales», apuntan. El repertorio que han elegido para el sábado es el de los clásicos de orquesta, como Beethoven y Schubert. «Son obras de repertorio sinfónico a nuestro nivel, que estamos empezando, pero de corte serio para dar a conocer la formación».

Profesionalizar la música

Las bazas de la agrupación burgalesa están, sobre todo, en las secciones viento-metal y percusión. La cuerda es el aspecto que quieren reforzar, principalmente las secciones graves. «El hecho de que existan tantas bandas permite que prueben en formaciones y toquen durante todo el año, pero en violín, por ejemplo, no hay siempre oportunidad de tocar en grupo». La excepción, probablemente, sea Adrián Rioja, violinista que forma parte de la Joven Orquesta de Castilla y León y está becado por la Sinfónica de Burgos -los otros cuatro músicos becados por la OSBU también integran la nueva formación-.

«Lo hacemos por ganas, por ilusión y porque queremos que Burgos tenga una orquesta joven y pueda tirar hacia delante, como otras provincias. Hay que aprovechar el Conservatorio y sus especialidades, para que los estudiantes se piquen por la música e intenten hacer el Superior y dedicarse profesionalmente a ello. Es la oportunidad que nosotros no tuvimos», señalan Pedro Bartolomé Arce, que estudia Dirección y Clarinete en Oviedo, e Ignacio Germán Yagüe, que estudia Composición y Órgano en el mismo conservatorio. Luis Ángel Lozano y Jorge Rodríguez son los otros dos cabezas visibles de la formación.

El proyecto nació hace cinco meses con unas pruebas de selección a las que se presentaron un centenar de jóvenes. El jurado compuesto por dos profesores del Conservatorio Superior de Música de Oviedo; el profesor de viola del Conservatorio de Burgos, Daniel Lorenzo Cuesta, y el director de la orquesta, Pedro Bartolomé Arce, seleccionó a los cincuenta músicos que en estos momentos integran la formación. «Buscábamos un margen de edad concreto, que fuesen estudiantes y con preferencia por los burgaleses. Los únicos que no son ‘de casa’ son dos fagotes de León, porque no hemos encontrado aquí», añaden. Tampoco podrían disponer de muchos músicos de fuera porque el presupuesto del que disponen es básicamente ilusión y entusiasmo.

La Orquesta Sinfónica de las Juventudes Musicales de Burgos forma parte de la Confederación de Juventudes Musicales de España, que depende del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. En la región existen formaciones de este tipo en las provincias de Valladolid, Ávila y León.

Su estreno es el sábado en el Teatro Principal. El concierto, en el colabora el Instituto Municipal de Cultura, comienza a las 20 horas y cuesta 2 euros.