Desde que se inició la crisis económica el paro se ha cebado sobre todo con los jóvenes, un colectivo que ahora sí trata de hacerse un hueco en el Ejército. Mientras en los años de bonanza la oferta de plazas superaba la demanda, en estos momentos son muchos más los aspirantes que las vacantes a ocupar. Esta tendencia se confirma en el último proceso de selección que ha iniciado el Ministerio de Defensa. Un total de 277 burgaleses se han inscrito, pero solo hay en liza 94 puestos, si bien éstos pueden ser cubiertos por candidatos de toda la geografía española.
En el centro de selección de Burgos (Subdelegación de Defensa) se han inscrito 912 jóvenes para que quieren ser soldados -793 hombres y 119 mujeres-. De ellos 277 son de la provincia. Pero aquí también se examinan los de Cantabria (206), los de Vizcaya (161), La Rioja (103), Álava (74), Guipúzcoa (51) y Soria (40). En España se han presentado 40.000 aspirantes para 2.000 plazas.
Las vacantes ofertadas en la provincia burgalesa ascienden a 94. De ellas, 48 se encuentran en el Regimiento de Ingenieros número 1, en Castrillo del Val; 45, en el Regimiento de Transmisiones, en la misma base, y una en el Escuadrón de Vigilancia Aérea 12, en Espinosa de los Monteros.
El 11 de abril se conocerán los resultados de la primera fase de selección, que consiste en una primera criba que establece quiénes son o no aptos. Para ello han de superar un reconocimiento médico -con un test de personalidad y un análisis de orina para comprobar la presencia de psicotrópicos- y unas pruebas físicas.
Entre el 15 de abril y el 16 de mayo se desarrollará la segunda fase del proceso. En ésta es cuando los aspirantes se enfrentan al examen de conocimientos y a una entrevista personal. El tribunal también valora su currículum de méritos. El 6 de junio serán asignadas todas las plazas y el día 16 de ese mismo mes está prevista la convocatoria de más puestos, si bien el Ministerio de Defensa no ha informado de cuántos. Quienes logren una plaza tendrán empleo al menos durante tres años y la posibilidad de permanecer en el Ejército hasta los 45.
Es frecuente que muchos jóvenes acudan a esta convocatoria con la idea de ingresar después en la Guardia Civil o en la Policía Nacional. Dos cuerpos que puntúan la experiencia en el Ejército. De hecho, el 50% de las que ofrece la Benemérita se reservan a personas procedentes de las Fuerzas Armadas. Un camino que, sin ir más lejos, les permite mantener un trabajo más allá de los 45 años. No obstante, aquellos que salgan del Ejército a esa edad tienen derecho a cobrar lo que antes se llamaba el salario mínimo interprofesional. Ahora, los soldados o marineros seleccionados elegidos cobrarán entre 950 y 1.000 euros.