Puente apuesta por una "alternativa española" a la opa de Talgo

Agencias
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El ministro de Transportes espera que otros constructores ferroviarios participen en la operación para enfrentarse a la húngara Magyar Vagon y constituir una opción viable "incluso sin el auspicio del Gobierno"

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente - Foto: EDUARDO PARRA

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, considera que se puede constituir una "alternativa española" a la opa en marcha sobre Talgo por parte de la húngara Magyar Vagon, de cuya capacidad de producción ha dudado.

El ministro ha citado a otros constructores ferroviarios como Alstom, Stadler y CAF, como los grandes que podrían participar en esa operación para que se pueda constituir una alternativa "incluso sin el auspicio del Gobierno".

El Ejecutivo "observa la opa con máximo cuidado y a la espera de otros actores en el juego, inversores y otros fabricantes", ha añadido en un desayuno organizado por Europa Press.

Entre ellas Talgo es la más pequeña pero "por su carácter histórico y su tecnología crítica tenemos que protegerla". "Hasta ahí puedo decir".

Ha abundado en que la tecnología de Talgo es "única en el mundo", y está en el grupo de las compañías españolas "que sacamos por el mundo".

Según Puente, Talgo tiene una buena cartera de pedidos y mucho éxito, para lo que necesita capacidad productiva "pero no tenemos claro que (el grupo húngaro) tenga la capacidad de producción que se nos dice para que en el corto plazo se pueda resolver el problema de producción de Talgo".

Tener una fábrica medio vacía no significa que se tenga la capacidad tecnológica necesaria, ha explicado.

Magyar Vagon lanzó una opa el pasado 4 de abril para comprar el 100 % de Talgo por un total de 619,3 millones de euros, operación que, en principio, cuenta con el respaldo de los accionistas y el consejo de administración de la compañía española.

Según el consorcio húngaro, la operación pretende reforzar la capacidad industrial de Talgo y abrirle mercados estratégicos y en crecimiento en Europa.

Magyar señala que aporta al nuevo grupo ocho fábricas-taller en diferentes localidades de Hungría, que producen material rodante y hacen también mantenimiento y reparación, con una plantilla de 2.460 personas.

La operación está sujeta a aprobación por el Consejo de Ministros una vez recibido el informe preceptivo, aunque no vinculante, de la Junta de Inversiones Exteriores (JINVEX), un órgano en el que participan diversos ministerios pilotado por la Secretaría de Estado de Comercio, que dispone de tres meses para su evaluación.

"Ouigo quiere cambiar las reglas a mitad del partido"

Por otro lado, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible ha asegurado que Ouigo "quiere cambiar las reglas del partido a mitad de la primera parte", al pedir que se bajen los cánones que le cobra Adif, cuando estas tasas ya estaban fijadas en el momento en el que el operador francés aceptó el contrato para 10 años.

El ministro ha confirmado que la denuncia del Gobierno a Ouigo ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) está en manos de los asesores jurídicos, que lo están estudiando.

"No me gustaría tener que llegar a esa situación y yo espero que, en este tiempo, seamos capaces de encontrar una salida que nos permita a todos competir en un sistema mínimamente sostenible y equilibrado", ha añadido.

Puente ha explicado que en 2019 se adjudicaron todos los surcos a los operadores por un plazo de 10 años con unos cánones ya establecidos, que incluso se rebajaron un 23% en 2021 y siguen congelados desde ese momento.

"Las cosas no son gratis. Si yo bajo los cánones es a costa de las cuentas de Adif, que también es público y tendrá peores resultados. Las gallinas que entran por las que salen", ha dicho respecto a los 200 millones de euros que Adif ha dejado de ingresar por esa bajada de cánones y que ha permitido que las empresas saquen billetes desde los siete euros.

Puente también ha señalado que la competencia en el sector ferroviario "encierra una cierta trampa", puesto que los nuevos operadores entran en las líneas más rentables, mientras que dejan que Renfe se ocupe en solitario del resto.