El Ayuntamiento no descarta pedir responsabilidades a la pirotécnica

B.G.R. / Burgos
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El alcalde, Javier Lacalle, avanza que los técnicos estudiarán la necesidad o no de ampliar el perímetro de seguridad y mantiene las dos últimas sesiones de fuegos del viernes y sábado

El pirotécnico de la empresa (centro), con agentes de la Policía Nacional. - Foto: Alberto Rodrigo

Serio y grave. Fueron los dos adjetivos que empleó ayer el alcalde, Javier Lacalle, para referirse al accidente pirotécnico que el pasado lunes por la noche causó 24 heridos, cinco de los cuales permanecían ayer ingresados en el Hospital Universitario de Burgos. «No vamos a quitar hierro al asunto, aunque  afortunadamente no haya que lamentar víctimas mortales», señaló, para después insistir en la necesidad de esclarecer lo sucedido y saber por qué la carcasa cayó en la zona del público.

Para ello, y según explicó el regidor, el Ayuntamiento ha solicitado un informe a la empresa murciana responsable de la cuarta sesión de fuegos artificiales, a la que no se descarta pedir responsabilidades por lo ocurrido una vez conocidas sus explicaciones, así como las de «cuantos profesionales tienen que ver al respeto». «Eso es una realidad», manifestó.

Lacalle aseguró que la carcasa llegó a un punto mucho más alejado de la distancia que establece el Plan de Seguridad para este tipo de eventos, que, además, «está aprobado por la Subdelegación del Gobierno». En este sentido, reiteró que dicho plan fue supervisado por la mañana por la Guardia Civil y Protección Civil, recibiendo en ambos casos informes favorables para que pudieran dispararse los fuegos. «Ahora lo que procede es que se hagan todos los análisis que determinen  por qué se produjo el accidente», precisó.

En declaraciones a los medios tras visitar a los heridos, entre los que se encuentran una madre y dos hijos, el alcalde subrayó la «rigurosidad» del plan de seguridad, que «nada tiene que ver con las medidas que había hace diez años», al tiempo que avanzó que serán los profesionales los que deban determinar si se refuerza o no este protocolo, ampliándose la distancia de protección, de cara a las dos últimas sesiones que cerrarán las fiestas, la del viernes en Gamonal y la de sábado en el puente de San Pablo, donde ocurrió el suceso y que se enmarca también dentro de la muestra internacional de fuegos artificiales que se celebra en la ciudad.

«Lo que se trata es de tener todas las garantías a la hora de disfrutar de este tipo de espectáculos que mueven a miles de personas», remarcó, en referencia a los planes que marcan las distintas administraciones y la legislación nacional y regional: «Si eso se garantiza no habría motivo para proceder a ninguna suspensión».

Lacalle subrayó el buen funcionamiento del plan de evacuación tras el accidente, dado que «se actuó de forma inmediata». «Tengo que agradecer especialmente el trabajo de Protección Civil y los servicios sanitarios, así como de todos los ciudadanos que estaban en el entorno y que supieron mantener la calma en una situación tan delicada y difícil», concluyó.