Los robos con fuerza en domicilios y establecimientos en Miranda aumentaron durante el curso 2023 más de un 18%, hasta superar el centenar de casos. Y el comienzo del año actual no está siendo demasiado tranquilo en cuanto a este tipo de delitos. Si hace menos de una semana se conocía que unos ladrones habían intentado asaltar dos bares y llegaron a entrar en un tercero, el lunes se supo que la Policía Local -en colaboración con la Policía Nacional- abortó otro caso de estas características durante la madrugada del domingo al lunes. En esta ocasión, los agentes terminaron deteniendo a dos individuos, que habían intentado forzar la entrada de un comercio en la calle Santa Lucía. Se trata de dos varones con 28 y 21 detenciones policiales previas, algunas por hechos graves.
Según figura en el parte oficial facilitado por el Ayuntamiento de Miranda, sobre las 4.25 horas del lunes observaron a dos personas que estaban en la vía pública y parecían desprender ruidos metálicos. Al acercarse la Policía Local al lugar, en la calle Santa Lucía, se toparon con que esos individuos se estaban marchando por la esquina con la calle Sorribas, pero tuvieron tiempo de darles el alto. Cuando registraron a uno de los sujetos le encontraron herramientas entre sus pertenencias que podían encajar con las utilizadas para perpetrar un robo. Entre ellas, los agentes vieron desde una navaja a una linterna, y también un martillo que estaba abandonado a pocos metros. Precisamente muy cerca de allí los funcionarios se percataron de que la persiana de un establecimiento había sido forzada. Ante la confluencia de todos los indicios, los agentes optaron por detener a estos dos presuntos ladrones.
Estos hechos, pese a su cercanía en el tiempo, resultan muy diferentes a los que ocurrieron durante la noche del pasado miércoles. En aquellos asaltos los ladrones utilizaron barras de hierro para intentar forzar las puertas de establecimientos hosteleros e incluso reventaron la cristalera de uno de ellos con los soportes de piedra que sujetaban las sombrillas de la propia terraza. En este último, de hecho, entraron para llevarse algo de dinero en efectivo y causar sendos destrozos en la televisión o el marco de la ventana.
Todo ello ha tenido lugar solo unos meses después de que Miranda sufriera una oleada de robos en diferentes bares. Estos sucesos comenzaron a mediados del verano de 2023 y se extendieron hasta finales de año. Por aquel entonces, los ladrones empleaban objetos contundentes para reventar las lunas de los locales y vaciar las máquinas tragaperras.