La Lora se desangra

P.C.P.-D.P.L. / Burgos-Sargentes
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Miles de litros de parafina, que permanecía almacenada en los tanques desde que las instalaciones fueron abandonadas por la empresa, han salido al exterior con el consiguiente riesgo para el medio ambiente y las instalaciones, declaradas BIC

Un vertido de miles de litros de parafina retrata el abandono del campo petrolífero burgalés de La Lora. - Foto: Iván López

Miles de litros de parafina, un derivado del petróleo que durante 50 años se extrajo en el Campo de Ayoluengo, se han vertido en los últimos días al exterior con el consiguiente riesgo de contaminación ambiental y para el complejo que hace dos años fue declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de conjunto etnológico.

Los tres tanques afectados se encuentran en el extremo sur del campo de La Lora, cerca del pozo número 28, hacia la localidad de San Andrés de Montearados y muy cerca del arroyo del Rebollar. Todo apunta a que alguien accedió a las instalaciones, que carecen de vigilancia, en una fecha indeterminada, pero posiblemente hace ya varias semanas, y procedió a abrir la llave, sin luego volver a cerrarla. El líquido comenzó a salir y ha ido formando un enorme charco de color negro y textura viscosa.En la zona hay regueros que confirman la intervención humana, aunque la intención podría ir desde una toma negligente de muestras hasta el vandalismo, pasando por una curiosidad mal entendida. También acuden animales a desparasitarse.

El vertido se encuentra recogido en una balsa de arcilla, que se construyó precisamente para impermeabilizar la zona en caso de siniestro. Por el momento, parece que ha servido para contenerlo, aunque con las precipitaciones podría rebosar y acabar filtrándose al subsuelo. El Ayuntamiento de Sargentes de la Lora ha procedido a denunciar a las autoridades lo sucedido, según confirma su alcalde, Carlos Gallo, sin que hasta la fecha haya recibido contestación. Desconoce qué cantidad de producto se ha podido derramar, pero calcula que superará los 10.000 litros.

Junto a los tres tanques que han perdido miles de litros de hidrocarburos hay manchas y regueros que constatan la reciente presencia humana y de animales.
Junto a los tres tanques que han perdido miles de litros de hidrocarburos hay manchas y regueros que constatan la reciente presencia humana y de animales. - Foto: Iván López

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