Los rostros serios de los jugadores en la vuelta al trabajo del Mirandés reflejaban la preocupación por la mala racha que atraviesa el equipo. «Sabíamos que el comienzo iba a ser complicado», admite Igor Martínez, quien considera que en estos momentos lo importante es «estar unidos y tener confianza, tanto a nivel personal como en los compañeros». 

 

El mal partido realizado ante el Sporting provocó la reacción de Anduva, en especial, contra Carlos Terrazas. El centrocampista entiende la inquietud de la grada pero pide «paciencia» porque la liga todavía esta empezando y «los resultados llegarán». 

 

Por el momento, el equipo no está logrando hacer de Anduva un fortín. Un empate y dos derrotas son el bagaje como local. «No estamos más presionados en casa, al contrario, siempre queremos jugar ante nuestra afición. Por ahora no estamos tan fuertes como en otras temporadas pero en cuanto logremos un buen resultado, la situación cambiará», apunta. 

 

En la charla previa al entrenamiento, en la que se intenta corregir los errores cometidos, ayer fijó como prioridad el problema que tiene el equipo para generar juego de ataque. 

 

La solución, según lo conversado, pasa por imprimir más ritmo al juego, un reclamo que ya había formulado Terrazas en la previa al choque con el Sporting pero que no tuvo respuesta. «El míster ha incidido en la necesidad de elevar el ritmo», reconoce Igor Martínez, quien cree que ante los asturianos se desbordó algo más por las bandas que en otros compromisos pero el equipo pecó una vez más de «falta de claridad en el último pase y realizar más diagonales los extremos para poder profundizar también por dentro». 

 

El domingo, ante el Betis, tendrán una nueva oportunidad para poner en práctica lo hablado. «Es un partido en el que nos tocará correr y trabajar mucho, pero si estamos ordenados, podemos hacerles daño», sentencia.