Bula para la irreverencia

I.P. / Burgos
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Arropada por cientos de burgaleses, la comparsa de la Peña Recreativa Castellana la gozó cantando sus mordaces coplillas, con Lacallle y Wert de protagonistas. - Foto: Alberto Rodrigo

Ataviados con el último traje de fantasía carnavalesca diseñado por el maestro Román -a quien ofrecieron la primera y última chirigota-, la comparsa de la Peña Recreativa Castellana dedicó sus coplas a Lacalle, el ministro Wert, la reforma laboral y el bulevar de Gamonal
 
 
Y  a el hecho de elegir la  escalinata de la Puerta del Sarmental de la Catedral burgalesa parece levemente irreverente y al tiempo, la mejor elección para implorar perdón a quienes puedan molestar las letras satíricas de las chirigotas. Pero es lo que tiene el carnaval, que cada cual se toma licencia para sacar los colores, normalmente, a quienes tienen el poder y se aprovechan del mismo para legislar y... enredar, que diría  más de uno. A su vez, se espera de aquéllos sentido del humor para encajar el golpe. Pero eso ya no es cosa de la comparsa...
Desde el mes de enero llevaba la Peña Recreativa Castellana trabajando las letras que ayer entonaron ante cientos de burgaleses que abarrotaban la plaza del Rey San Fernando y las calles aledañas bajo un encapotado cielo que tuvo a bien esperar para descargar  sus lágrimas a que acabase este festival de jolgorio y desenfreno. Se repartieron decenas de libretos con las siete chirigotas y los cortos que dan entrada a cada una de ellas, con lo que, por momentos, las voces de la Recreativa se fundían con las de los asistentes, contagiados de su buen humor.
No era difícil averiguar por dónde iban a ir los tiros de la Peña Recreativa este carnaval; era cuestión de haber seguido el devenir de los acontecimientos de los meses pasados, de los que ha dado cumplida cuenta la prensa, para hacerse una idea. Así, era evidente que el alcalde Javier Lacalle era carne de cañón, a cuenta de la polémica suscitada con su vivienda y, a él se dedicó la copla La casa de Javier, al ritmo de la pegadiza canción Mi casita de papel, de la Orquesta Topolino; el ministro de Educación tampoco se libró de las críticas por su política respecto a las becas Erasmus. Sinwertgüenza se bautizó la copla, cantada al ritmo de Help , de Tony Ronald. ¡Y cómo no!, el truncado proyecto del bulevar de Gamonal, que ha hecho que este populoso barrio burgalés haya tenido más minutos en las teles, radios, periódicos y redes sociales que la muerte de Kennedy, que ya es decir. Estamos todos hasta los huevos de la crisis y del bulevar,  si no sois capaces de arreglarlo deberías pensar en marchar... Así comenzaba la chirigota alusiva a Gamonal, cantada al ritmo de la música de Resistiré del DúoDinámico. 
La reforma laboral, la crisis que no acaba o el paro también salieron a relucir en las mordientes letras de los Mangas de la Peña Recreativa, que este año se ha renovado con savia joven, ya que tras el fallecimiento de Román se produjeron algunas bajas.
Tampoco pasaron desapercibidas los mordientes cortos con los que se da paso a cada chirigota. Tenían su miga y ahí salieron a relucir Urdangarín y la infanta, el nuevo hospital, la corrupción y hasta el timo de las preferentes. Vamos, la vida misma... Y, como no podía ser de otra manera, el espíritu de Román García no faltó en el ‘Canto de chirigotas’. A él le dedicaron sus compañeros la primera coplilla: A Román, cantada a los acordes de la Murga de los currelantes, de Carlos Cano, y también la última, para despedir este festival de la ironía. Fantasía es su título y se cantó al ritmo de La feria de las flores, de Antonio Aguilar: Vestidos de fantasía, venimos al carnaval para rendir homenaje al gran maestro Román. Con la solapa chulapa y sombreros de bombín, las coplas que aquí cantamos las dedicamos a ti. Fin.