«Lo que pasó en Ferrol fue muy feo»

J.C.M. / Burgos
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Mikel Aurreko acusa al árbitro de ayudar al Racing de Ferrol y critica que se dudase de la profesionalidad del Burgos

Mikel Aurreko, portero del Burgos C. F. - Foto: Tomás Alonso

«Todo lo que pasó en Ferrol fue muy feo». Así describe Mikel Aurreko, capitán del Burgos CF, lo sucedido durante y tras el partido ante el Racing de Ferrol. El guardameta vasco cree que el colegiado, el manchego Carlos López, ayudó al equipo gallego, lo acusa de amenazar verbalmente a los jugadores del equipo burgalés, y lamenta las insinuaciones posteriores al encuentro sobre una posible prima por ganar.
Aurreko habló del colegiado y explicó algunas de las situaciones vividas durante los más de 95 minutos que duró el choque. Dijo, por ejemplo, que la ayuda arbitral al Racing comenzó con el pitido inicial.

«Constantemente nos pitada faltas en contra, y parecía que tenía muchas ganas de ver al Racing cerca de nuestro área», declaró. Sobre los penaltis, cree que el de Héctor sí lo fue, que el cometido por Arkaitz es más que dudoso, pero recordó que hubo una acción similar en el área del equipo gallego (mano de Comesaña) que no sancionó en la primera parte.


Más allá de la interpretación de estas acciones, Aurreko habló de las tarjetas y la expulsión de Moke, que fue determinante ya que provocó que el Burgos jugase toda la segunda mitad con un jugador menos. «A mí me advirtió de sacarme la tarjeta roja en el minuto 36, que si seguía perdiendo tiempo me iba a expulsar, y estaba deseando expulsar a Moke. Recibí tres golpes en el costado y no pitó nada. En uno de ellos me fui al suelo y me dijo: ‘cállate la boca. No tengo prisa y si os tiráis estaremos aquí hasta mañana», relató el capitán del Burgos, que en el descanso entregó el brazalete a Carralero «porque tenía una amarilla y no sabía lo qué podía pasar tras el descanso. No se podía hablar con él y jugada a jugada nos iba mermando».


Tras el pitido final se produjeron algunos incidentes, cuando algunos aficionados, incluso varios periodistas, acusaron a los jugadores de estar primados. «Pusieron en duda nuestra profesionalidad y lo único que quisimos fue mejorar la mala imagen que habíamos dado hace quince días, sacar algo positivo por nuestra afición. Duele mucho que te digan estas cosas. Un periodista nos dijo que nos quedábamos sin cobrar y los jugadores estábamos enfadados. Hubo una trifulca, pero sin más».


También habló del lío de Calderé con otro periodista. «El míster pidió respeto al Burgos, que no iba a permitir esas acusaciones, y se encaró con él. Fue todo muy feo», concluyó Aurreko.