La presencia de un rudimentario vallado impidiendo el acceso del tráfico rodado, desde la avenida de Castilla, hacia los viales del recién urbanizado Sector Centro Cívico podría convertirse en habitual teniendo en cuenta que el equipo de gobierno ha encontrado el rechazo de la oposición a la solución que, en principio, había planteado a esta situación.
Tal y como informó este periódico la semana pasada, el concejal de Urbanismo, Alfonso Sanz, propuso ayer al resto de grupos políticos la posibilidad de que el Ayuntamiento recepcionase parte de la travesía de la N-I a su paso por el casco urbano -la avenida Castilla, desde el Puente Mayor hasta la confluencia con la avenida Luis Mateos - atendiendo así los requerimientos de la Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León Oriental, que condiciona a la cesión de esta vía facilitar su conexión con los viales de nueva creación, a cambio de que el Ministerio de Fomento asuma el acondicionamiento del tramo de la antigua nacional que va de la plaza de toros a la ermita de la Virgen de las Viñas. «Tenemos un problema. Ellos dicen que si queremos salir desde el Centro Cívico hacia la avenida de Castilla tenemos que recepcionarla. [...] Y como nosotros creemos que tenemos derechos adquiridos porque en 2004 se llegó a un acuerdo por el que se comprometían a pagar una cantidad a cambio de las travesías, ante su negativa a hacerlo», como mínimo se exige el arreglo de un tramo de similares dimensiones al que se ceda, señaló Sanz.
Este planteamiento, sin embargo, no convenció a los grupos políticos de la oposición. Un rechazo que dificulta que pueda salir adelante ya que la asunción de la titularidad de las travesías es asunto de pleno, órgano en el que, con nueve concejales (ocho del PP y uno de CCD), el equipo de gobierno está en situación de minoría.
Desde la bancada socialista, su portavoz, Luis Briones, calificó como «un disparate» que se plantee asumir una travesía sin obtener ninguna compensación económica a cambio lo que, a su juicio, sería claudicar al «chantaje» realizado por el organismo ministerial. Por ello, desde su grupo político se abogó por limitar al tramo entre la gasolinera Tamaca y el colegio de las Dominicas el tramo de la antigua carretera nacional cedida y, siempre y cuando, se abone de forma correcta este traspaso de competencias. «Creemos que es una propuesta más que razonable y, encima, les hacemos un favor», recalcó Briones.
Para el portavoz socialista, esta situación es consecuencia del servilismo del equipo de gobierno, y en particular de la alcaldesa, Raquel González, con las administraciones del PP, al recepcionar la urbanización del sector Centro Cívico sin tener bien atados todos los flecos. En este sentido, indicó que también hay problemas con las zonas de aparcamientos en batería habilitadas en la avenida de Castilla y no descartó que haya que reformarlas para incrementar las dimensiones de la acera en ese tramo. Algo que, en cualquier caso, consideró que correspondería sufragar a la Junta.
Por parte de Izquierda Unida, su representante en la Comisión de Urbanismo, Julio Pinillos, se pronunció en términos similares a los que ya empleó la semana pasada, asegurando que el Ayuntamiento se enfrenta «a otro chantaje más de una administración superior a la nuestra» y, en consecuencia, rechazan someterse a este tipo de presiones. «Chantajes los justos, porque cada vez que aceptas uno, el siguiente es mayor», indicó Pinillos, advirtiendo que desde su formación se aboga por abrir los viales.
En principio, ni siquiera le cabe al equipo de gobierno la posibilidad de reeditar el tripartito para sacar adelante este proyecto ya que, en principio, desde el Partido Regionalista de Castilla y Leóntambién se han mostrado en contra de aceptar la cesión de la travesía en estas condiciones.