Dos presencias en la Vuelta a Burgos, dos victorias. Efectividad máxima. «Esto es espectacular. Es muy bonito volver a repetir donde ya has ganado. Siempre he dicho que esta vuelta me parece una de las más organizadas del ciclismo, es muy bonita y no se puede acabar con ella», expresaba Nairo Quintana con una sonrisa en la boca antes de subir a lo más alto del podio de la ronda burgalesa junto a Dani Moreno y Janez Brajkovic.
El colombiano revalidó el título en una última jornada de infarto. Llegaba igualado con Moreno en la general y necesitaba realizar una gran contrarreloj para superar a su gran rival. Y lo hizo. Completó los 12,450 kilómetros del recorrido en un tiempo de 14.49, suficiente para acabar segundo tras Aleksejs Saramotins (Ag2r) y arañar tres segundos a Dani Moreno que le proclamaban nuevamente campeón. «He empujado un poco bajando, cogí un par de curvas bien y eso me ha alcanzado para ganar», indicó.
Su éxito individual es también el éxito colectivo de un Movistar omnipresente. «Desde el primer día nos hemos puesto la responsabilidad y hemos tirado fuerte hasta hoy -por ayer-, que lo ha hecho Imanol (Erviti), tercero en la etapa. Ha sido un gran resultado para todo el equipo», continuó.
Venció en Neila y se adjudicó esta ronda, lo que demuestra que el vigente campeón del Giro está casi listo de cara a la Vuelta a España. «Estoy muy emocionado por haber hecho esta gran crono, era buena para mis características y me permite encarar la Vuelta a España con más confianza. Hay rivales que suenan con fuerza, pero iremos cogiendo más ritmo y llegaremos bien», concluyó.