Cultura escaneará las estatuas de San Pablo para poder hacer réplicas

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Con esta fórmula, que no tendrá un coste muy elevado, el Consistorio se garantiza contar con copias exactas a las originales de Lucarini

La estatua de Bengalbón, alcalde de Molina de Aragón y amigo del Cid. - Foto: Ángel Ayala

R. Pérez Barredo / burgos

Las esculturas también envejecen, expuestas como están a la intemperie, y aunque estén hechas de piedra de Hontoria el desgaste de la acción del tiempo, siempre inexorable, es un hecho. Algunas de las estatuas del puente de San Pablo han comenzado a dar muestras de flaqueza; aunque su estado no es de extrema gravedad, la humedad del río, el viento -que en ese corredor siempre es más intenso- y la polución han afectado a la mayoría de las ocho obras que el artista Joaquín Lucarini esculpió para la ciudad de Burgos hace ahora sesenta años.

Como medida de seguridad, la Concejalía de Cultura ha decidido garantizar la pervivencia de la mismas y encargará el escaneo digital en tres dimensiones de las figuras. «De esta manera, si algún día el estado de las esculturas se agrava y se hace preciso rehabilitarlas o reconstruirlas para dejarlas idénticas a las originales, contaremos con el molde exacto, con el modelo original», explica el concejal Fernando Gómez.

Con esa tecnología láser, que crea las figuras en 3-D, el Consistorio se asegura la conservación de ese icónico patrimonio de la ciudad. Aunque los plazos para encargar el trabajo -el presupuesto no es muy alto, oscila entre los 15.000 y los 20.000 euros- aún no están establecidos, Gómez asegura que el escaneo se hará entre este año y el que viene. Fue el artista y también concejal del equipo de Gobierno actual Cristino Díez quien dio el aviso de la necesidad de actuar en algún sentido para evitar que este simbólico patrimonio pudiera perderse.

Según él, todas las esculturas presentan algún deterioro y erosiones, llegando fácilmente a desprenderse la arenisca de algunos bajorrelieves de las mallas de las figuras; la erosión, segúnDíez, también ha afectado a las manos de las esculturas. «La tecnología con la que se van a escanear permitirá, en caso de que sea necesario, que las esculturas puedan tener el mismo espesor y ser realizadas con el mismo criterio con el que las hizo Lucarini», apostilla. Al margen de la humedad, el viento y la contaminación, Cristino Díez añade un elemento al poder erosionador que ha hecho mella en las figuras: su última rehabilitación. «Aunque se limpiaron perfectamente, perdieron las pátinas antiguas, como ha sucedido con la limpieza de la catedral; esas pátinas ejercen de protección, hacen que la piedra se refuerce».

un poco de historia. Las ocho figuras que ilustran el emblemático puente de San Pablo fueron esculpidas por Joaquín Lucarini en 1953, después de que el escultor ganara el concurso convocado por el Ayuntamiento de Burgos a este efecto y que formaba parte de un proyecto más amplio, toda vez que se pretendía que las figuras sirvieran de marco para la escultura estrella: el Cid a caballo en el que ya por entonces estaba trabajando el artista Juan Cristóbal.

El conjunto escultórico, cuyas figuras tienen tres metros de alto y están labradas en piedra de Hontoria, representan  a Doña Jimena; a Diego Rodríguez, hijo de ésta del Cid; a San Sisebuto, abad del monasterio de San Pedro de Cardeña; a Jerónimo de Peribot, obispo de Valencia; Martín Antolínez y Álvar Fáñez, hombres de confianza del que en buena hora nació; y Bengalbón, alcalde de Molina de Aragón y gran amigo del Cid. El conjunto cidiano -las obras de Lucarini y la de Juan Cristóbal- se inauguró en 1955.