«En la distancia, la discusión y la ruptura no hay soluciones para Cataluña»

G. Arce / Silos
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Joaquín Gay de Montellá • Presidente de la Patronal Catalana Fomento del Trabajo

En 2011 tomó el relevo de Juan Rosell, presidente de CEOE, al frente de Fomento del Trabajo, la organización empresarial más importante de Cataluña, que ya presidió su tatarabuelo en 1880. Nacido en Palma de Mallorca en 1950, Gay de Montellá es licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona y diplomado en Dirección de Empresas del IESE. Dirige el grupo empresarial Estram, con intereses en hostelería, vino y el sector inmobiliario. Atesora una amplia trayectoria como directivo en banca y en Abertis. Silos es su pasión y su refugio desde hace más de 16 años.

La cita electoral del 27 de septiembre despierta incertidumbres entre un empresariado catalán que ya no oculta su incomodidad ante las tensiones soberanistas y el deseo de convertir la convocatoria a las urnas en un plebiscito sobre la independencia. Joaquín Gay de Montellá, presidente de la patronal Fomento del Trabajo y vicepresidente de la nacional CEOE, insiste en esta entrevista realizada en Santo Domingo de Silos en que la única fórmula para que los empresarios sigan generando riqueza y creando trabajo pasa por recuperar el diálogo fluido entre Madrid y Barcelona y consolidar la estabilidad institucional.  

Este lunes el presidente Artur Mas firma el decreto de convocatoria de elecciones. ¿Cómo afronta el empresariado catalán esta cita con las urnas?

Es una convocatoria habitual en los procesos electorales, aunque sería mejor que los tiempos de gobierno se cumplieran para hacer que las promesas electorales se puedan realizar. En esta ocasión, es un cambio importante que se hace por otras circunstancias... Nosotros queremos gobernabilidad, predictibilidad y estabilidad.

Nadie oculta ya que detrás de este adelanto hay un afán plebiscitario en torno a la soberanía de Cataluña. ¿Esto es bueno  para ustedes?

No ayuda un proceso en el cual la intención última no es la aparente de una convocatoria normal autonómica. Aquí se ha dado a entender que la unión de las fuerzas políticas y sociales tienen un segundo propósito... De cualquier forma, nosotros hemos de ser respetuosos con la voluntad democrática de la ciudadanía de Cataluña. Les queremos decir que nosotros deseamos que haya un marco para que se pueda desarrollar nuestra actividad empresarial. Nuestro compromiso se basa en dos aspectos:generar riqueza y crear ocupación. Es lo que sabemos hacer, pero necesitamos un marco jurídico estable que nos permita desarrollar estas funciones.

Se antoja un objetivo complejo cuando ya se habla abiertamente de la posibilidad de suspender la autonomía y cuando tenemos al Tribunal Constitucional en alerta ante cualquier incumplimiento de la ley...

Vamos a ver. Lo que deseamos es que haya una alta participación en las elecciones. Esto será realmente el reflejo de lo que desea el pueblo catalán, que es lo más importante. Después está que los programas políticos sean claros... Nosotros vamos a ayudar, como en otras ocasiones, con un programa que presentaremos a los grupos políticos que acuden a la convocatoria y que incluirá las cosas que nosotros necesitamos para desarrollar nuestra función.

¿Ese programa de Fomento del Trabajo seguiría vigente si hay un planteamiento única y exclusivamente independentista?

Nosotros lo plantearemos, otra cosa es que nos hagan caso... Habitualmente se ha entendido y se ha negociado. Estamos seguros de que las fuerzas políticas que tengan presencia en el Parlamento atenderán nuestras referencias y nuestros principios, aunque algunos planteen sus reflexiones y sus dudas. De cualquier forma, les va a seguir como guía de lo que, al menos, el mundo económico necesita.

¿Ha faltado el diálogo suficiente entre Barcelona y Madrid para evitar la situación límite actual?

A finales de 2011 y principios del 2012 nosotros hicimos una propuesta de un pacto fiscal renovado en la que planteábamos diálogo, negociación y pacto. Entendíamos entonces que era posible avanzar con el pacto fiscal, que tendríamos que haber completado con la defensa de la lengua -todos los catalanes tenemos mucho orgullo de nuestra lengua- y con espacios de presencia en algunos foros internacionales, en lo que no había ninguna dificultad. Con eso hubiera sido bastante... Todo ha quedado pendiente por las circunstancias, por la distancia en la conversación entre ambos gobernantes [Rajoy y Mas] mostrada el 20 de septiembre de 2012. También hablamos de un pacto institucional, ya a finales de 2013, una vez visto que no había pacto fiscal, para que el pueblo catalán se sienta cómodo en el nuevo escenario. Esta es la realidad: no se nos ha podido escuchar y entendemos que se ha perdido una buena ocasión. Vamos a ver ahora cómo esa nueva ocasión se desarrolla...

Ahora más que pactos hay enfrentamiento. La propuesta política de Mas se plantea para generar temor en Madrid. ¿No hay posibilidad de diálogo?

No parece razonable pensar que en la distancia, en la discusión y en la ruptura vayamos a encontrar soluciones. Insisto, queremos una alta participación y que el pueblo catalán decida el modelo que quiere. Dicho esto, creemos que ahora no es conveniente [plantear la cuestión de la soberanía] y alguno puede pensar que sí lo será en el futuro. No lo sé, quizá, aunque a lo mejor hablamos de un futuro generacional. Lo que vemos ahora es que Europa está construyendo un Estado europeo y cuando este construido habrá un momento en el que la Europa de las regiones tenga sentido. En ese momento, países como Cataluña tendrán una mayor realización. Hay que tener paciencia, seguro, pues no es una cosa de pocos años. Creo que este es un camino más sensato para hacerlo mejor y no ir al fraccionamiento de la sociedad, que es lo que fácilmente puede pasar ahora.

¿Considera usted que es el momento de plantear una agencia tributaria catalana independiente de España?

Mientras esté consensuada y dentro de un marco legal y fiscal con la Administración central, para nosotros no supondría ningún inconveniente. Si no está consensuada, los empresarios no podemos garantizar en absoluto que vayamos a hacer el cumplimiento de nuestras obligaciones fiscales si no tenemos garantía legal y fiscal y si estamos infringiendo los compromisos.

¿Todo este ruido en torno a Cataluña está teniendo efectos negativos en sus empresas?

No vemos consecuencias negativas en Cataluña ni un escenario de parón en las inversiones. Lo que no sabemos es si a los que están pensando en invertir les puede mediatizar un resultado u otro. Esto es posible que sea cierto. No tenemos un termómetro para medirlo. Todo lo que digamos puede ser tan subjetivo... Para nosotros lo oportuno y necesario, y además es nuestra manera de ser, es el incardinarnos con el Estado español, con el que tenemos una clientela muy importante como empresarios (como ciudadanos, cada cual que haga lo que quiera). Una gran parte de nuestro mercado está en el resto del Estado, aunque hemos hecho un gran esfuerzo internacional. En Cataluña, alrededor del 30% de nuestros ingresos vienen del ámbito internacional y más del 35% vienen del resto del Estado. Ahora que soy vicepresidente de la CEOEy participo en foros internacionales, me doy cuenta de la cantidad de relaciones, alianzas, reglamentos y convenios que son necesarios para poder desarrollar una función empresarial fuera de España. Eso no se construye en 4 días, sino en siglos de relaciones. 

¿Es cierto que miles de sociedades están trasladando su sede fuera de Cataluña?

Si estadísticamente es así, pues es cierto. Habría que analizar qué tipo de sociedades salen. Algunas de ellas pueden ser de personas, de autónomos, para los que será más favorable tener una fiscalidad inferior. Hay mucha sociedad inmobiliaria... Pero, hasta la fecha y honestamente, en la musculatura empresarial, en los grandes negocios, no hemos visto desplazamiento. El ámbito de la inversión continúa siendo importante. Cataluña y Barcelona tienen interés para el inversor... Vamos a esperar... Por eso queremos que la relación Estado-Generalitat sea más permeable y que reconduzcamos ese malestar y agravio comparativo que arrastramos desde que hace 15 años somos todos conscientes de que hay un desequilibrio fiscal.

Esa es la demanda del empresariado.

Seguro. Los grupos sociales tienen más sentimientos, nosotros tenemos que dejarlos en un segundo plano porque tenemos una función.

Poner las cuentas sobre la mesa aliviaría la tensión.

Recientemente se han puesto y se ha visto que hay desequilibrios evidentes y continuados. El Estado español está creciendo muy bien, tenemos un desarrollo muy bueno y en 40 o 50 años hemos hecho un auténtico milagro. No lo debemos estropear. Tenemos que tener un buen recorrido y gracia política para recuperar a Cataluña y meterla dentro del Estado español.

¿Renovando el Estado de las autonomías?

Seguramente. El Senado no cumple su función y en Cataluña no entendemos el papel de las diputaciones cuando hay consejos comarcales... Aquí tenemos seis niveles de administración que es absurdo mantenerlos y que es un costo.

Muchas de estas administraciones han cambiado tras las últimas elecciones municipales. ¿Qué le parece los primeros meses de gestión de la alcaldesa de Barcelona?

He tenido una entrevista cordial con Ada Colau esta semana para transmitirle nuestra oferta de colaborar con el Ayuntamiento, sobre todo en ámbitos como el puerto, la zona franca y sectores como el turismo, las infraestructuras, el aeropuerto, la formación urbana, el área metropolitana... Creemos que se nos va a escuchar y se va a ayudar a nuestros sectores de actividad. La marca ‘Barcelona’ es buena para Cataluña, es buena para España y se ha vuelto un referente mundial. No estropeemos lo que tenemos porque ha funcionado bien y ha costado 25 años construirlo.

¿No es peligroso jugar con el sector hostelero o las grandes ferias internacionales nada más tomar el bastón municipal?

Ha habido manifestaciones y también correcciones pese a los pronunciamientos de entrada. El daño está anunciado en algún sector, pero no está efectuado. No es bueno, preferiríamos que no pasara nada, pero vamos a ver el camino que emprende este Consistorio. No nos parece mal el acento social de este Ayuntamiento, pero hemos de hacer que las grandes inversiones sigan viniendo a Barcelona y que no haya deslocalización de empresas y de los grandes motores empresariales.

¿Qué le parece la retirada tan accidentada del busto del Rey Juan Carlos del salón de plenos?

Son signos que hay que verlos como una manera de querer complacer a una parte o unos pensamientos... Nosotros somos institucionales y nos parece que si hay que sustituir los bustos porque la situación de la Jefatura del Estado ya no es la misma, pues se sustituyen, pero no se anulan. Nosotros no estamos por anular nada que sea legal y por sustituir lo que ha quedado fuera en el tiempo.