Los profesores del Cervantes, a favor del traslado al nuevo colegio

R.L. / Miranda de Ebro
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Se valora la posibilidad de que el céntrico centro pase a ocupar las nuevas y espaciosas instalaciones de la Ronda del Ferrocarril llevando allí a todo su profesorado y su alumnado

El céntrico colegio, levantado en el año 1968, distribuye sus aulas en un edificio de cuatro alturas. - Foto: R.L.

La apertura el próximo mes de septiembre del nuevo colegio que se está construyendo en el barrio de La Charca ha despertado el interés de algunos padres por matricular allí a sus hijos, pero también la preocupación de otros, ante la posibilidad de que Educación decida cerrar uno de los dos colegios públicos más antiguos de la ciudad ante la previsión de que baje el número de alumnos debido a la puesta en marcha del nuevo centro y la mayor demanda que teóricamente generará.

En su última visita a Miranda, el director de Política Educativa Escolar, Fernando Sánchez-Pascuala, señaló directamente a los centros de Altamira y Cervantes, si bien, dijo, el posible traslado de la población escolar de uno de los dos centros se haría en todo caso «con el acuerdo de padres y profesores».

El colegio Cervantes construido en 1968 e inaugurado dos años después es el que tiene más papeletas para echar el cierre, principalmente por sus barreras arquitectónicas. Sus profesores, en general, están de acuerdo con el traslado del centro (con sus 20 maestros y sus alumnos incluidos) porque mejoraría notablemente sus condiciones materiales de trabajo.

El director, Ángel Bolaños, reconoce que el asunto lo han debatido y que, sin duda alguna, les «llama la atención ir a un sitio con unas instalaciones nuevas, grandes y que tiene muchas cosas de las que nosotros carecemos», como por ejemplo un gimnasio o una biblioteca donde los chavales puedan sentarse a leer. Mejores infraestructuras, accesibilidad y también mayor seguridad en caso de incendios para un nuevo colegio que se localiza prácticamente en la otra punta de la ciudad.

Por el momento, ni Altamira ni Cervantes han recibido ninguna comunicación oficial acerca de lo que pasará el próximo curso. En marzo se abrirá el periodo de preinscripción en los centros y al pasar a ser zona única toda la ciudad, todos los padres mirandeses podrán elegir en qué colegio quieren que estudien sus hijos el próximo curso, independientemente de la zona donde vivan.

Las familias

Los padres de los 230 alumnos del Cervantes están «preocupados» por ese posible traslado, y hay opiniones en los dos sentidos. Unas familias dicen que «donde vayamos van a ir sus hijos», cuenta el director, mientras que para otras la distancia es decisiva y les parece que el colegio estará lejos de su casa. En estos casos, las familias podrán solicitar plaza en otro colegio. Pero está por ver cuál es la decisión que toma Educación, que dependerá, seguramente, de cuántos padres mirandeses soliciten ir al nuevo colegio, que sumará 500 nuevas plazas entre Infantil y Primaria. Se tendrá que valorar si se decide cerrar uno de los dos centros de cara a este próximo curso y también calcular cuántos nuevos profesores harían falta, porque de haber traslado, éstos serían muchos menos, lo que también supondría un ahorro económico para Educación.

El resto de colegios también puede quedar ‘tocados’ por esta nueva apertura, básicamente porque los padres pueden elegir matricular a sus hijos en el nuevo centro, lo que podría reducir el número de alumnos por clase, «o incluso que la reducción fuera tan drástica que se tendrían que cerrar unidades».

Puestos en contacto con el colegio Altamira, que cumplió el año pasado 50 años, su director rehusó hacer declaraciones sobre este asunto debido a que Educación no les ha comunicado nada en uno u otro sentido.

Rechazo hacia Cervantes

Pero hay otro tema más que inquieta a las familias mirandesas, y es el elevado número de alumnos gitanos y extranjeros que tiene el Cervantes, y que con el posible traslado, pasarían al nuevo colegio. Si así sucediera, algunas familias no querrían matricular allí a sus hijos. «Nosotros somos conscientes de que hay un rechazo hacia este colegio por comentarios directos e indirectos. Tiene una imagen negativa, pero hay excepciones, como padres que tienen relación con los profesores o han tenido aquí a sus hijos y les gusta como trabajamos», defiende el director.

En la actualidad, en el colegio Cervantes conviven alumnos de 15 nacionalidades, además de la española. La mitad de los escolares son extranjeros, principalmente de Marruecos, Portugal y Rumanía.