Aumentan los controles policiales en Burgos por la amenaza yihadista

I. Elices / Burgos
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La Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Comisaría incrementa los dispositivos para identificar ciudadanos. El Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil vigila Garoña

Los integrantes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), ayer, en un control en la glorieta de Villímar. - Foto: Jesús J. Matías

El aumento en un grado del nivel de alerta terrorista es evidente incluso en una provincia como Burgos. A no pocos habitantes de la ciudad les ha llamado la atención la cantidad de controles que está efectuando la Policía Nacional en la capital desde los atentados yihadistas de París de la segunda semana de enero. No es una casualidad. Los dispositivos que establece la Brigada de Seguridad Ciudadana se han incrementado exponencialmente en los en los últimos quince días y responden a un plan preventivo para la protección de infraestructuras críticas, en prevención de un posible atentado de tipo yihadista.

Los controles que está llevando a cabo la Policía Nacional en la capital no buscan objetivos concretos, ya que en principio «en la provincia no operan células yihadistas de captación de terroristas», señalan fuentes consultadas por este periódico. Sin embargo, como ciudad de paso «no es descartable que en alguno de esos dispositivos pueda caer algún sospechoso», agregan.

La Brigada de Seguridad Ciudadana ha encargado a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) la realización de estos controles, que «no duran más de cinco o diez minutos y son sobre todo de carácter disuasorio». Se establecen en distintos puntos de la ciudad y están dirigidos a proteger infraestructuras críticas. Ayer se produjo uno en la glorieta de Villímar que regula el tráfico para acceder a la circunvalación y el otro día hubo otro frente a Alcampo.

La Guardia Civil también está extremando las medidas de vigilancia en la provincia. Para empezar, la Benemérita ha movilizado al Grupo de Acción Rápida (con base en Vitoria) con el fin de establecer controles en las inmediaciones de la central nuclear de Santa María de Garoña, que forma parte del catálogo de infraestructuras críticas que hay que vigilar.

Dentro de las ‘objetivos sensibles’ se engloban estaciones de autobuses, tren, aeropuertos, instalaciones eléctricas o dependencias oficiales y policiales.

Asimismo, las patrullas de Seguridad Ciudadana y, sobre todo, la Unidad de Seguridad Ciudadana de Comandancia (Usecic) han incrementado su presencia en las principales vías de comunicación para interceptar a posibles terroristas yihadistas. No hay que olvidar que un Amédy Coulibaly, el terrorista hace 15 días mató a una agente de Policía Municipal y a cuatro judíos franceses en un supermercado kosher de París, estuvo entre el 31 de diciembre y el 2 de enero en Madrid acompañando a su mujer, Hayat Boumeddiene, antes de volver a la capital francesa para cometer sus ataques. Todavía está por aclarar el itinerario preciso del coche y sus ocupantes. Pudo pasar por Burgos.

España establece sus niveles de alerta antiterrorista en cinco, y ahora se encuentra en el tres: El Nivel de Normalidad (sin riesgo de atentado), el Nivel 1 (riesgo medio de atentado), Nivel 2 (riesgo alto de atentado), Nivel 3 (riesgo muy alto de atentado), Nivel 4 (riesgo extremo de atentado).