Admiten el esfuerzo de Primaria, pero mantienen las guardias

G.G.U.
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El consejero de Sanidad pidió colaboración a los centros de salud para formar un equipo que acuerde soluciones a corto plazo. Propuso contratar licenciados sin especialidad, lo cual se rechazó de forma unánime. Ningún sanitario exigió dimisiones

Admiten el esfuerzo de Primaria, pero mantienen las guardias - Foto: Luis López Araico

El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, se reunió ayer con los coordinadores de los centros de salud de la provincia, así como con los responsables de los servicios de urgencias de Atención Primaria, para tratar de encauzar el conflicto laboral sin precedentes que ha estallado en la atención ambulatoria. A pesar de lo tenso del encuentro, precedido y acompañado por los pitidos y abucheos de unas 200 personas concentradas en la calle, Sáez Aguado mantuvo en todo momento su habitual actitud imperturbable y comunicó lo que ya había adelantado a los medios: sabe que la plantilla de Atención Primaria está haciendo un «esfuerzo importante», pero también que hay «un problema de déficit de profesionales» generalizado y que «los empleados públicos tienen una jornada, que hay que cumplir».

Eso significa que, al menos de momento, no habrá cambio alguno en la obligación de que los médicos de cabecera de la capital que cumplan con los criterios para hacer guardias (tener menos de 55 años y no disponer de causa objetiva para la exención) presten 14 horas al mes (pagadas) de asistencia diurna en las urgencias del centro de salud de Gamonal, el denominado Punto de Atención Continuada (PAC). «Las obligaciones de los médicos de familia de Atención Primaria son la atención ordinaria y las urgencias. Ocurre en todas las zonas rurales de Burgos y en Castilla y León», recordó, matizando que, sin embargo, «estamos dispuestos a flexibilizar de qué manera se cumple esa jornada, pero hay que cumplirla».

Para ello, se ofreció a constituir un equipo con coordinadores de centros de salud de Burgos (dos en representación de todos) que conversarían directamente con el director general de Asistencia Sanitaria de Sacyl, Alfonso Montero, tal y como reclamó el Colegio de Médicos de Burgos, al considerar que la gerente de Atención Primaria, Aser Morato, ya no era una interlocutora válida. Pero nadie se ofreció para formar parte de ese grupo (creen que esa ocasión se tuvo y se dejó pasar sin hacer nada concreto) y tampoco ninguno de los cincuenta profesionales que acudieron aprovecharon para pedir la dimisión de Morato, a pesar de que estos días lo han demandado sin cesar en la calle. Este último detalle es una muestra más de que las reivindicaciones del medio urbano no tienen nada que ver con las del medio rural. Y hay quien cree que ayer se dedicó mucho tiempo a hablar de lo que atañe a cada uno, en lugar de mirar por todo el colectivo.

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