Pastor promete la Y vasca para 2019 y olvida el AVE de Burgos a Vitoria

P.C.P.-Agencias/Burgos-Bergara
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La ministra visitó ayer las obras en Guipúzcoa y al ser preguntada por la conexión con Madrid se limitó a señalar su previsión de que «la Alta Velocidad llegue hasta Burgos, lo que supondrá media hora menos de viaje a Euskadi»

La consejera vasca de Medio Ambiente, Ana Oregi (i.), y la ministra Ana Pastor charlan en Bergara rodeadas de directivos, técnicos y periodistas. - Foto: Juan Herrero / EFE

La ministra de Fomento prometió que el AVE circulará por el País Vasco en 2019 pero no se unirá a la misma velocidad con la meseta, puesto que el tramo Burgos-Vitoria está olvidado desde hace más de 5 años, cuando se licitaron unos proyectos que ayer Ana Pastor no desenterró, sino todo lo contrario.Al preguntarle por la conexión de la capital alavesa conMadrid, se limitó a expresar su previsión de que el AVE «llegue hasta Burgos, lo que supondrá media hora menos de viaje a Euskadi».

Y eso no será antes de «finales de año», informó la máxima responsable de Fomento. El último subtramo, de Estépar a la capital, se le ha atragantado al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). El problema principal radica en el túnel de Las Calbezadas, zona en la que aún está muy retrasado el desmonte de tierras, aunque tampoco se ha finalizado la plataforma ni el viaducto de Frandovínez.

El trazado Burgos-Miranda-Vitoria no ha experimentado ningún avance administrativo desde el verano de 2009.Entre mayo y septiembre de aquel año se adjudicaron los proyectos de redacción de los diferentes subtramos (ver gráfico adjunto), cada uno con un plazo de ejecución de 12 meses. Si esos trabajos se han finalizado o no es un secreto, puesto que nada ha trascendido. Preguntado en diferentes ocasiones, desde el ministerio se han limitado a reseñar que estaban «ultimados». Tiempo de sobra han tenido.

Pero hasta ahora, también se había mantenido oficialmente que la previsión era ejecutar la conexión entre la meseta y Euskadi por alta velocidad al mismo tiempo que la Y vasca. En octubre, Ana Pastor aseguraba en una entrevista con este periódico que se trabajaba «con el horizonte de tenerlo terminado todo a la vez». Nada de eso dijo ayer. Ni siquiera la mencionó en sus declaraciones ni en el comunicado oficial que Fomento colgó en su página web.En él, se limita a explicar que «la nueva infraestructura facilitará el establecimiento de un nudo ferroviario en Vitoria, permitiendo la conexión con el resto de España y la integración en la red internacional», y a detallar los tiempos  de viaje para «cuando la conexión en alta velocidad entre la Y vasca (Vitoria) y Burgos esté terminada», de entre 2 y 2.45 horas.

 Si el Ejecutivo central quiere acabar la red de alta velocidad en Euskadi para 2019 tiene que hacer un ingente esfuerzo logístico y presupuestario, puesto que son muchos los tramos que aún están sin adjudicar o incluso que no han salido a concurso. Tampoco están resueltos los accesos a las ciudades.Para el de Bilbao anunció el contrato de redacción del proyecto de un nuevo túnel entre Basauri y Cantalojas, así como el de la estación de Abando. Para Vitoria tiene aún que iniciar la tramitación ambiental -que será simplificada- y para San Sebastián se trabaja en el «tercer hilo» como solución provisional mientras que alcanza una «definitiva».

La visita realizada por la ministra ayer a las obras del nudo de Bergara y algún tramo del entorno, Mondragón-Elorrio, generó gran expectación. Tanto elGobierno vasco como elPSOE han sido muy críticos con la marcha de las obras durante los últimos años. Inicialmente previstas para 2018 y luego pospuestas a 2020, ahora su finalización se fija en 2019. Presupuesto hay, asegura Pastor. Pero el dinero en las grandes infraestructuras no lo es todo. Hay mucho imponderable. Véase Estépar.