«Lo ocurrido en Chipre rectifica la idea de que Europa garantizará los ahorros»

G. Arce / Burgos
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Fernando González Urbaneja - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Fernando González Urbaneja (Burgos, 1950) reconoce que actualmente está administrando su salida del periodismo activo. Y lo hace realizando diversas colaboraciones -entre ellas la semanal con Diario de Burgos- dirigiendo la revista Consejeros o escribiendo un libro sobre la historia de Ferrovial que está a punto de ver la luz. Es difícil cerrar un currículum de 40 años centrado en el periodismo del que fue redactor jefe de El País, director de Cambio 16 y Cinco Días y de Noticias en Antena 3. Tambien ha presidido de la Asociación de la Prensa de Madrid y la nacional FAPE.

 

España tiene arreglo si elige el buen camino, el que, a juicio de Fernando González Urbaneja, marca la Europa próspera, «la más igualitaria y competitiva». Este fue uno de los argumentos estrella de una intervención en la que repasó los problemas a los que se enfrenta este país y esta provincia,  del periodista burgalés en el Círculo de Actualidad Empresarial, impulsado por Cajacírculo y la Cámara de Comercio. El presidente de esta última institución, Antonio Méndez Pozo, fue el encargado de presentar la conferencia.   

Después lo visto este fin de semana, ¿ya no es descartable un rescate a la chipriota?

Chipre es un paraíso fiscal de dinero raro, de dinero gris o negro de los rusos oscuros. Tiene un PIB equivalente al de la provincia de Burgos, más o menos. Probablemente no debía estar en Europa...  

Sin embargo, Europa ha aprobado el gravamen a las cuentas de los ahorradores.

Se ha producido un rectificación importante al seguro universal de los depósitos instaurado por los irlandeses en 2008. Aquel fue el mayor disparate de toda la crisis. Primero porque era un acto de jactancia: no se pueden garantizar todos los ahorros porque no hay dinero suficiente. Los irlandeses lo hicieron para curar el pánico, los alemanes dijeron que les parecía un disparate pero durante 5 o 6 horas y yo creo que en Alemania y en el resto de Europa faltó el coraje para decir que aquí no se puede garantizar todo. Se lanzó un mensaje muy malo a la sociedad. Lo ocurrido en Chipre rectifica aquello y manda un mensaje razonable. España va a poner mil  millones en el rescate de Chipre, o sea que, ¿los españoles ponemos dinero y los chipriotas ni un duro? Además, vamos a garantizar el sistema de depósito de los chipriotas donde no está el dinero de los chipriotas sino de los oligarcas rusos, de los traficantes... La rectificación que se ha hecho de que los depósitos inferiores a 100.000 euros -los que en teoría tienen garantía universal- paguen un 3% y que los de más de 100.000 paguen un 12% tiene algo de equidad.

¿Veremos en España más carga fiscal sobre los ahorros?

No es probable porque los problemas de la economía española no tienen nada que ver con los de Chipre. España ya está pagando el ajuste:hemos tenido una pérdida del 10% de nuestras rentas... Sí que es cierto que Chipre provoca un efecto de desconfianza, pero con la desconfianza hay que vivir...

De hecho se ha vuelto a hablar del rescate de España.

A mí me parece que Europa, que empezó gestionando la crisis griega malísimamente mal en 2008, desde junio del pasado año y especialmente desde la declaración en septiembre de Mario Draghi [presidente del Banco Central Europeo] está gestionando las cosas mucho mejor. Yo tengo más confianza de la gestión europea hoy que la que tenía hace un año.

¿Le despierta, después de cinco años de crisis, la misma confianza la gestión del Gobierno español?

Vamos muy despacio y muy por detrás de los acontecimientos. Creo que el Gobierno tiene poco coraje, hay un déficit de negociación y de liderazgo. Hicieron mal el diagnóstico hace un año, cuando creyeron que la llegada al poder restablecía la confianza. Después han ido siempre a remolque. Un ejemplo:todos los 16 decreto-ley aprobados son larguísimos, 50 folios rectificados y corregidos una y otra vez... Eso demuestra confusión y nervios. Creo que también tiene un problema de equipo, que es malo...

Desde el principio de la legislatura se ha criticado esta circunstancia que comenta.

Hay un efecto placebo, de amorcillamiento... La prosperidad nos generó una relajación y creo que la política se ha desproveído de gente capaz. Hoy para dedicarse a la política hay que tener mucha vocación o mucha necesidad. El escrutinio público es muy duro y no se dedican a la política los mejores.

Usted defiende que la salida de la crisis española está en seguir el modelo de la Europa «próspera», la del norte.

No vamos a tener crédito porque lo hemos agotado, ni tenemos margen para bajar los impuestos y solo tenemos una variable para mejorar, que es la productividad. Para actuar sobre la productividad tienes que ganar credibilidad sobre los agentes económicos: más acuerdos sociales, más implicación de todos los que participan y más exportación. El problema es que ya no se exporta devaluando la moneda sino ganando en competitividad.

¿Bajando aún más los salarios?

No necesariamente. Ya los hemos bajado, especialmente en la función pública. El mensaje que el Papa está dando de austeridad sirve para la situación económica: si en la Administración y en la empresa privada hubiese menos despilfarro resolveríamos una parte de los problemas del déficit. Como no se resuelve el déficit es recortando la sanidad y la educación, sino evitando despilfarros e introduciendo austeridad. Hasta que no amorticemos el endeudamiento que arrastramos no habrá crédito y para eso necesitamos casi 4 años. Estamos en más de 200% del PIB...

Parece que en el ámbito público hay demasiados condicionantes políticos para imponer la austeridad...

Quitando las rebajas de sueldos, que han sido tremendas (un 13%), lo que no se ha hecho ha sido ganar eficiencia. Hay nuevas tecnologías en muchos procesos que no se están aplicando. Somos muy eficientes en el sistema de gestión de la Seguridad Social, en el registro público, en los impuestos, pero hay otras áreas muy ineficientes. Lo estamos viendo en el Ayuntamiento de Burgos...

También hay un problema grave de credibilidad generado por la corrupción generalizada.

España tiene dos graves problemas nuevos: por un lado, la corrupción, que no es como dice Rajoy ocasional, circunstancial y acotada, sino que está muy generalizada porque no hay ejemplaridad ni hay sanción:los corruptos salen bien parados. Otro problema nuevo es la idoneidad, es decir, la gente no hace aquello que sabe hacer y vemos que los abogados del Estado saben poco de Derecho y que los responsables de las instituciones públicas son poco competentes. La idoneidad es muy importante no es difícil de corregir porque la empresa privada busca la gente idónea. Si Rajoy hubiese pedido a los 40 empleadores más importantes del país una lista de 100 personas para ocupar cada uno de los ministerios, estoy seguro que la mitad de los ministros actuales no salían en esa lista.

Tampoco lo eran muchos directivos de cajas y se les ha premiado con indemnizaciones millonarias.    

Hay 88 personas imputadas o procesadas. El proceso es lento. Faltó ejemplaridad. En el sector financiero se han cometido tropelías enormes y se ha echado la culpa al ladrillo, cuando es inocente, es una víctima. El problema son los que han consentido y propiciado la burbuja.

Su intervención ante el Círculo de Empresarios ha trasladado pesimismo sobre el futuro de Burgos. ¿A qué se debe?    

Me da la sensación de que hay poco realismo. En los últimos 15 años esta ciudad ha tenido la mayor inversión de activos públicos de su historia y tengo dudas de que hubiera un estudio de viabilidad para aprovechar adecuadamente toda esa capacidad. La ciudad es agradable, pero ni crece ni progresa y envejece. En este sentido, Castilla y León no es viable, que cuando nos descuidemos no podremos sostenernos. No tiene otra opción que la incorporación a Madrid, a un núcleo de población de riqueza y potencia. Si no, no tenemos futuro. Hay que ser realistas.