El proyecto Como Cabras se remonta al año 2013 y a medida que pasa el tiempo adquiere mejor forma. Diego Serrano, uno de los socios fundadores, explica dónde se encuentra el germen de esta idea: «Pretendemos realizar una ganadería caprina rural y sostenible», afirma. Al conocer un poco más el proyecto Como Cabras se descubre que el mundo rural, en este caso la Sierra de la Demanda, concretamente Tolbaños de Arriba, tiene mucho que aportar.

Ganadería, turismo e innovación confluyen en este proyecto integral. La idea es tener un rebaño de hasta 596 cabras, que es lo que se recoge en su plan de negocio de aquí a cinco años. Estas pasarán los meses de verano aprovechando los recursos de Tolbaños de Arriba, situado a 1.257 metros de altitud. En invierno, cuando la situación meteorológica sea más extrema, se hará una trashumancia local para que pasen esos meses más duros en Castrillo de la Reina, donde Como Cabras tendrá una nave. A falta de unas gestiones, ya es una realidad que las cabras pasarán el invierno en este pueblo situado a 985 metros.

Si el 2014 fue el año de la elaboración del plan de empresa, 2015 fue «una odisea para encontrar un lugar donde instalar la nave», afirma Serrano. En noviembre de 2014 compraron sus primeras 33 cabras a un ganadero de Pradoluengo. Desde entonces y hasta julio de 2015, al no tener nave, este ganadero les permitió tenerlas en su finca. Fue en ese mes de julio cuando hicieron una trashumancia tradicional y sostenible desde Pradoluengo hasta Tolbaños. Esta experiencia fue «un ejemplo de cómo una tradición se puede convertir en una actividad turística más e interesante», explica Diego. Hasta ahora las cabras han estado en Tolbaños y Serrano explica que «la experiencia ha sido muy interactiva, la gente del pueblo venía a ver las cabras, se interesaba por ellas o las ordeñaba», indica.

Granja integral

La novedad y la rentabilidad residen en el producto transformado. Los socios de Como Cabras ya han acudido a cursos de elaboración de quesos. Diego ha hecho un máster de Biotecnología Alimentaria, «hay que ser innovador, ya hemos hecho y comercializaremos un chivi-suisse (petit-suisse de leche de cabra) y un cabrito precocinado envasado al vacío», explica Serrano. El siguiente paso será la creación de una quesería y tienen la intención de instalarla también en Castrillo. «Este negocio es rentable si le damos un valor añadido, lo que hay que hacer es vender queso porque es un mercado aún por explotar en Burgos. Creemos que lo más lógico es cerrar el ciclo», así explica Diego su proyecto y añade, «estamos intentando asociarnos con agricultores para que produzcan el alimento de nuestras cabras a cambio de abono. Volver a las prácticas tradicionales pero aprovechando las nuevas tecnologías».

Como Cabras hará un aprovechamiento integral de la cabra «tanto porque vamos a hacer nuestro propio queso, como porque vamos a vender la carne de otra forma, firmando contratos directamente con los restaurantes», explica. Otra innovación es incluir un código QR en la carta junto al cabrito para que el cliente, desde la mesa y a través de su móvil, vea las condiciones en las que se ha criado ese animal.

En la filosofía de Como Cabras se incluye la idea de realizar unas instalaciones que puedan ser para el disfrute de la familia, un tipo de granja escuela orientada a visitas puntuales. Otro plan que ya ha tomado forma pero al que hay que adjudicar cifras, es al de amadrinar una cabra. A cambio, la ganadería enviará informes, fotos y vídeos de cómo evoluciona la cabra e, incluso, el cliente podrá disfrutar del primer cabrito de esa cabra. La idea es que lo haga en un restaurante de la zona y, de esta forma, promover el turismo rural.

Además, Diego explica que «para marzo seguramente necesitemos un cabrero en Castrillo, con lo que esto supone asentar familias en el medio rural».

Una idea diferente, completa, integral e innovadora que pretende resaltar en el mapa el entorno de Tolbaños de Arriba y Castrillo de la Reina.