El director general de Patrimonio, Enrique Saiz, anunció ayer en Villarcayo que la Junta de Castilla y León «quiere ayudar permanentemente a una tarea, que no es solo restaurar el monasterio, sino llevar a cabo un proyecto cultural alrededor de la historia de Rioseco y la socialización que está provocando en su entorno y en Las Merindades». Saiz, que impartió una de las ponencias del curso de verano de la Universidad de Burgos que versa sobre el cenobio cisterciense del Valle de Manzanedo, avanzó que la Administración regional va a financiar con alrededor de 50.000 euros las obras de restauración de la cubierta de la sala capitular, que es el centro de recepción de quienes visitan lo que queda del monasterio.
A pesar de que una selva de vegetación cubre las bóvedas de la sala capitular, milagrosamente han sobrevivido a décadas de abandono. El proyecto para restaurar esas bóvedas y construir una cubierta que ahora ha desaparecido por completo ya está visado y ha sido visto por la ponencia de la Comisión Territorial de Patrimonio. Saiz calcula que las obras, de cuya adjudicación a una empresa privada también se encargará la Junta, podrían comenzar «a finales de septiembre».
A su juicio, «la Junta de Castilla y León siempre hemos apoyado al Monasterio de Rioseco como institución». Pero si es cierto que el apoyo económico se materializará ahora por primera vez. Para llegar a este punto, la labor de la parroquia y de Salvemos Rioseco en la proyección cultural del monasterio y su divulgación y del movimiento de voluntariado que ha limpiado y redescubierto numerosas zonas del monasterio con su trabajo cada mes de agosto han sido muy importantes.
Saiz insistió en que «la Junta quiere estar junto a los bienes patrimoniales más relevantes, pero en muchos otros bienes nuestro papel es ayudar a las comunidades locales, a las asociaciones que son los verdaderos protagonistas del patrimonio, tanto en su génesis, como en su valoración y difusión». En el caso del monasterio de Rioseco, esta colaboración que el director de Patrimonio manifestó que será permanente, también podría traducirse en un convenio de colaboración. «Cabe la posibilidad de firmar un convenio, pero de momento ya se ha acordado esta primera ayuda y nos hemos marcado una hoja de ruta para llevar a cabo este proyecto», explicó.
Plan director
Saiz, que ayer conoció el monasterio, se fue «gratamente sorprendido», a juicio del arquitecto Félix Escribano, autor del proyecto de restauración de la cubierta de la sala capitular. Escribano, que hoy participa en el mismo curso de verano, dirigido por la profesora Esther López Sobrado, avanzará como la «voluntad» es diseñar un plan director que dirija los pasos de la recuperación futura del monasterio.
Las cubiertas de la sala capitular y de la iglesia son las actuaciones «prioritarias», adelantó. Pero después habrá de realizarse un dibujo que sirva de base para conocer el monasterio, un estudio histórico -en el que ya ha avanzado Esther López Sobrado-, intervenciones arqueológicas y consolidación y reconstrucción de zonas del monasterio. Entre los planes de futuro incluso se baraja poner en uso las antiguas huertas o habilitar una cafetería en la antigua casa parroquial.