La empresa burgalesa RFS iniciará el derribo del muro de la calle Trinas a finales de este mes de septiembre tras resultar adjudicataria entre las ocho empresas a las que el Ayuntamiento invitó a ejecutar la obra. El precio fue el único requisito para la adjudicación y su oferta era la más barata. Hará el trabajo por 73.240 euros, 24.424 euros menos (-25%) del precio base de licitación (97.664 euros). 

Al ser una actuación inferior a 200.000 euros la Gerencia de Fomento tenía la opción de hacerlo mediante un mediante procedimiento negociado sin publicidad al que tradicionalmente se invita a tres empresas. Sin embargo, en esta ocasión se instó a ocho que con anterioridad han concurrido a otras obras municipales y habían obtenido buena puntuación. 

De las ocho invitadas concurrieron 7 debido a que una de ellas entregó la documentación fuera de plazo. En el listado estaban Campezo Construcción, Construcciones Jacinto Lázaro, Construcciones Javier Herrán, Construcciones Ortega, Constructora Obras Públicas San Emeterio, Copsa, Herrero Temiño y RFS. 

El plazo de ejecución de la obra será de tres meses y según las bases el retraso en el cumplimiento de los plazos en más de un 10% podrá ser sancionado. La previsión es que el antiestético muro sea historia antes de final de año. Paralelamente se ampliará la acera dos metros y se dejará una zona de carga y descarga de casi cuatro metros para facilitar esta tarea a los empleados de Correos. También está previsto que se mantenga la zona azul. Esta actuación permitirá que los peatones puedan transitar de manera más cómoda.

En esta calle viven un centenar de vecinos, que llevan años reivindicando esta actuación, que ya aparecía en el PGOU de 1999 e incluso llevaron su caso al Procurador de Común. Ahora, por fin, el Ayuntamiento ejecutará la obra.