La Junta da por «controlado» el grave incendio de Cornudilla

M.J.F. / Cornudilla
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Un operativo de 50 trabajadores se encargó ayer de asegurar el perímetro y de refrescar la zona para evitar que los puntos calientes se expandieran. Una tormenta ayudó a media tarde

A primera hora de la tarde de ayer, la Junta de Castilla y León dio por controlado aunque no por extinguido el incendio declarado el domingo en los Montes Obarenes dentro del término municipal de Cornudilla, pedanía de Oña. El perímetro provisional se mantiene en las 180 hectáreas de masa forestal, monte bajo y terrenos de cultivo a falta de la medición definitiva. La causa exacta está siendo indagada por la Brigada de Investigación de Incendios Forestales de Burgos en conjunto con la Guardia Civil  aunque los primeros indicios apuntan a la chispa de una cosechadora. Esta quema ha sido la más grave de las producidas en la provincia en lo que va de verano. Ayer, tercera jornada de extinción en Cornudilla, un operativo de 50 trabajadores centró sus esfuerzos en asegurar el perímetro.

La labor consistió en el refrescado de los puntos calientes para que no se expandieran. Fue la fase de remate y liquidación.  En el lugar trabajaron 5 técnicos, 11 agentes ambientales, varios helicópteros de Palencia, León, Burgos y Soria, 5 cuadrillas especialistas en la lucha contra los incendios forestales, 2 brigadas de refuerzo de incendios forestales,  4 bulldozer, 7 autobombas y 10 cuadrillas de tierra. Bomberos de Briviesca hicieron funciones de camión nodriza suministrando agua a las carrocetas de la Junta. El abastecimiento se efectúo en el cruce de la N-232 con la localidad de Cornudilla. En apenas unos minutos, trasvasaban, mediante mangueras, 3.000 litros. Las carrocetas fueron bajando del fuego una detrás de otra para coger agua y seguir con las tareas de refrescado. El siniestro se encuadró en el nivel 1 donde se incluyen incendios que pueden controlarse con los medios de extinción previstos por el INFOCAL y ante los que se prevén medidas para protección de personas.  Además, en este tipo de quemas se dan algunas circunstancias concretas como la necesidad de 12 horas para ser controlados o zonas afectadas de más de 30 hectáreas.

Gran despliegue

Desde el domingo y durante cerca de 40 horas, 150 personas y un gran despliegue de medios técnicos han trabajado a fondo para salvar el monte burebano de las llamas. Durante la extinción, fue crucial la intervención en la noche del domingo al lunes en la divisoria entre Cornudilla y Pino de Bureba. Allí, durante horas estuvieron trabajando los bulldozer que se encargar de abrir caminos o cortafuegos donde no los hay. De esta manera, se conseguía poner a salvo varias zonas arboladas. En la tarde de ayer, cayó una tormenta con granizo en Cornudilla que vino muy bien a las tareas de remate y liquidación del incendio. A última hora de la tarde, se quedó pendiente de la evolución de la quema un retén.

El alcalde de la localidad, Fernando Rubio, lamentó la gran pérdida medioambiental que se ha generado «para unos cuantos años» y volvió a reclamar más prevención, más limpiezas y desbroces. La zona calcinada formaba parte del coto local lo que supondrá una merma de ingresos y también estaba pendiente de un aprovechamiento maderero. A estos daños económicos, hay que añadir además las pérdidas que han sufrido algunos agricultores tras arder sus fincas de cereal antes de ser cosechadas. Los aprovechamientos del monte burebano están ganando terreno. Este mismo año, varios resineros están trabajando en montes de Oña y del Valle de Las Caderechas retomando una actividad profesional olvidada en la zona e el último medio siglo. Con este nuevo aprovechamiento, se persigue obtener un beneficio económico pero sobre todo mantener limpios los montes para evitar incendios como el de este fin de semana. La zona calcinada era un inmenso bosque de pinos resineros, encinas y robles, un paraje lleno de valores medioambientales del que disfrutaba la gente de la zona pero también los andarines llegados de fuera.Este verano, el más caluroso de las últimas décadas en Castilla yLeón, exige máxima alerta para prevenir quemas.  

El consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha llamado a los ciudadanos a «delatar» a quienes provocan incendios para atajar esta forma de «terrorismo» contra el medio natural.  El titular regional de Medio Ambiente ha señalado que el 90 por ciento de los incendios que se registran tienen detrás «la mano del hombre».