La colegiata se seguirá restaurando con donaciones tras su reapertura

M.J.F. / Briviesca
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A primeros de 2016 se invertirán 51.354 euros en las torres. Este verano se retomó el culto en este monumento BIC, que ha estado cerrado 20 años y que ha sufrido varias reformas

La colegiata de Santa María, de Briviesca, continuará rehabilitándose vía donaciones tan solo medio año después de haberse reabierto al culto, según informa la Parroquia. El monumento retomó su actividad religiosa este verano tras permanecer cerrado durante largas dos décadas en las que ha sufrido varias restauraciones con una inversión cercana al millón de euros. Los próximos trabajos serán inmediatos, supondrán una inversión de 51.354 euros y se centrarán en las cúpulas de las torres.

«Estamos haciendo los trámites ante de la Junta de Castilla y León para que autorice las obras ya que el templo tiene la categoría de Bien de Interés Cultural o BIC», anuncia el párroco briviescano, Julián Galerón. El religioso revela que numerosos burebanos han donado fondos con destino exclusivo a la mejora de la colegiata y no a otros monumentos de la ciudad. Con lo respecta a los plazos, Galerón indica que la idea es ejecutar las nuevas obras dentro del primer semestre de 2016 para que estén acabadas antes del verano que es cuando la colegiata abrirá de nuevo sus puertas al culto. Tradicionalmente, Santa María ha sido la iglesia de verano de la capital burebana mientras que la de invierno es la de San Martín, situada en la Plaza Mayor. Pero no solo se actuará en las torres. También está previsto ir restaurando los retablos laterales con las nuevas donaciones económicas que vayan llegando.  

Las últimas obras importantes ejecutadas en la colegiata burebana han supuesto una inversión de 168.000 euros y han afectado principalmente a la estructura de la deteriorada capilla del sagrario. La iglesia presenta una amalgama de diversos estilos arquitectónicos. El edificio que ha llegado a nuestros días sustituye a uno gótico, del siglo XIV, del que quedan algunos restos. La fábrica presenta fases constructivas de los siglos XV, XVI y, fundamentalmente, XVII y XVIII. De finales de este último siglo (1788-1792) es la monumental fachada neoclásica.  

El arreglo de las iglesias es una preocupación constante en la capital burebana. Aquellas localidades que cuentan con monumentos BIC se ven obligadas a esperar más para hacer los arreglos porque tienen que recibir el permiso de la Junta de Castilla y León, administración competente en materia de patrimonio. El caso más llamativo es Aguilar de Bureba que sigue esperando a que su iglesia se restaure. Recibirá 75.000 euros con cargo a los presupuestos regionales. Por otro lado están los pueblos que consiguen reparar sus templos dentro del ‘convenio de las goteras’ con fondos de la Diputación y el Arzobispado. Este año, se repartirán 600.000 euros para toda la provincia y habrá 3 localidades burebanas beneficiadas: Calzada de Bureba (19.500 euros), Castil de Lences (8.000 euros) y Lences de Bureba (8.000 euros). Este convenio ha permitido restauras 9 templos burebanos en los últimos cinco años. La localidad que mejor parada ha salido es Cubo.