Iberdrola está dispuesta a reabrir Garoña si «se eliminan las tasas»

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Sánchez Galán, quien aseguró que «las nucleares de Iberdrola perdieron dinero el año pasado», avanzó que el Gobierno es receptivo a los planteamientos del sector nuclear

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, ayer durante su intervención en Londres. - Foto: DB

Fernando Franco / A.C. 

Londres / Garoña

Las declaraciones que el presidente de Iberdrola realizó ayer en Londres durante la presentación de la estrategia que la compañía seguirá entre 2014 y 2016, dieron nuevas claves sobre el futuro de Santa María de Garoña. Ignacio Sánchez Galán aseguró que en su empresa, coopropietaria del 50% de la central tobalinesa, estarían «encantados» de volver a poner en marcha la planta y poner fin a su situación de cese de explotación, si «cambian las cosas y se eliminan las tasas y las cargas impuestas por el Gobierno» que han hecho que deje de ser rentable.

Sánchez Galán, quien cree que el Gobierno es receptivo a los planteamientos de las eléctricas con respecto a las nucleares y confía en que se produzcan cambios en la nueva fiscalidad que entró en vigor el 1 de enero de 2013, lanzó también un aviso para navegantes. Afirmó que «las centrales nucleares de Iberdrola -seis de las ocho existentes en España- perdieron dinero el año pasado» y añadió que «como esto siga así nos veremos obligados a cerrar todas».

«Es una pena que una central eficiente, que respeta el medio ambiente y absolutamente segura, sea inviable por las tasas y las cargas impositivas, circunstancia que está afectando también al resto de nucleares que permanecen conectadas a la red española», aseguró Sánchez Galán. El presidente de Iberdrola cree «que el convencimiento del Gobierno ya es éste», en referencia a la necesidad de favorecer la continuidad de las nucleares, y advirtió que, si los responsables políticos hubieran leído en el Registro Mercantil de Burgos las cuentas presentadas por Nuclenor, se hubieran dado cuenta de que la central perdía dinero y no hubieran tomado las medidas que aceleraron su cierre.

Según los balances de Nuclenor, en 2009 perdió 2 millones de euros y en 2010, otros 13 millones, mientras que en 2011, su balance fue positivo con 11 millones de beneficios. En 2013, con la central parada y con cero ingresos, las pérdidas han sido cuantiosas.

Reforma energética

Si el marco fiscal cambia, Sánchez Galán insistió en que «haremos lo posible porque siga funcionando» Garoña. Así pues, la pelota está ahora en el tejado del Gobierno que cocina estos días la reforma del sector eléctrico, donde se podrían despejar muchas dudas sobre el futuro de la planta y su viabilidad económica.

Cuando Nuclenor detuvo el reactor de Garoña el 16 de diciembre de 2012 dijo que el motivo eran las pérdidas económicas que le iba a producir la nueva fiscalidad. Si Garoña volviera a producir electricidad, debería desembolsar alrededor de 20 millones de euros anuales por el nuevo impuesto a la producción de combustible nuclear gastado que se sumarían a las cargas que ya viene abonando al Estado por la generación de residuos nucleares. Asimismo, la nueva fiscalidad impuso a todo el sector eléctrico pagar el 7% de todos sus ingresos por producción de electricidad. Este impuesto variaría cada año, en función del precio de la electricidad. Con los datos de 2011, este impuesto hubiera supuesto otros 12,5 millones y en 2013 se preveía que hubiera pasado de los 13 millones, si la central hubiese estado en funcionamiento y generando ingresos.