La inversión municipal de 120.000 euros salva la capilla de la residencia

A. Castellanos / Villarcayo
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Los grandes boquetes de la cubierta hacían peligrar este edificio de 50 años que destaca por su inusual estilo arquitectónico y que simultaneará su uso religioso con el cultural

La constructora ya ha vallado el perímetro del edificio y comenzará las obras en breve. - Foto: A.C.

Los arquitectos Celestino Martínez, Julián Larrea y Ramón Uribe diseñaron el complejo de Las Merindades, que entre 1962 y 1981 fue la residencia infantil Nuestra Señora de los Ángeles, una obra faraónica de la Caja de Ahorros Municipal de Bilbao, que después pasaría por muy distintos usos. Su capilla, de un curioso estilo arquitectónico, con una cubierta de pizarra y un cien por cien de caída al más puro estilo alpino, es la única zona del complejo que aún no se ha restaurado y el paso del tiempo ha afectado y mucho a su techumbre. La alcaldesa de Villarcayo, Mercedes Alzola, lo tiene claro: «No podemos permitir que se caiga al suelo». Por ello, el Ayuntamiento invertirá 120.000 euros que salvarán de la ruina este emblemático templo, donde se han casado centenares de parejas de la localidad.

El Consistorio invitó a cuatro empresas y solo Construcciones Basurto, de Medina de Pomar, se decidió a afrontar el reto de una obra complicada y con un presupuesto «muy ajustado», como admite el arquitecto municipal. En la mañana de ayer, los técnicos municipales y de la empresa cerraron los detalles del Plan de Seguridad que dará paso a la firma del acta de replanteo y el comienzo de las obras en los próximos días. «Hay que tener mucho cuidado con esta obra y prevenir accidentes, porque tiene al lado un colegio y un centro sanitario», explican desde el Ayuntamiento. Para ello, los trabajos evitarán movimientos durante las horas de entrada y salida de los alumnos del Princesa de España.

Mucha prevención

Asimismo, la intención de la empresa es concluir las obras en dos meses y así afectar lo menos posible al entorno. El edificio ya está vallado para evitar el paso de los escolares cerca del mismo y todo está listo para comenzar. «Es un templo muy bonito, con muy buena sonoridad y muy acogedor en su interior, que está forrado de madera», explica Alzola Allende. De ahí que la intención del equipo de gobierno sea mejorar la madera del suelo e instalar un altar móvil tras las obras de restauración de la cubierta para que la capilla pueda ser utilizada para el culto religioso, pero también como salón de actos del colegio y como centro cultural para charlas y conciertos. De este modo, el Consistorio pretende ahorrarse los cerca de 200 euros que Caja de Burgos cobra por cada uso de su Centro Cultural desde hace unos meses.

El Ayuntamiento de Villarcayo lleva años tratando de lograr una ayuda económica de la Junta de Castilla y León para ejecutar estas obras. El hecho de que el edificio sea propiedad de la Administración regional, aunque esté cedido en usufructo al Ayuntamiento al igual que las 12,4 hectáreas de zona verde que lo rodean es uno de los motivos por los que en numerosas ocasiones la alcaldesa se ha dirigido a los responsables regionales. La última vez fue el pasado año en un encuentro en Burgos y posterior visita a la capilla del delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos, Baudilio Fernández Mardomingo. No se ha confirmado el apoyo, pero la alcaldesa afirma que no renuncia aún a conseguirlo, aunque ha preferido iniciar los trabajos parar frenar el deterioro del templo.