El balneario de Montejo, cinco años en el dique seco

A. Castellanos / Montejo
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Edificaciones Goimen busca financiación o compradores para este complejo que preveía un hotel-balneario de 59 habitaciones y 36 villas

El bloque nuevo del balneario, donde iban 59 habitaciones. - Foto: A.C.

El balneario de Montejo de Cebas ya aparecía citado en el Diccionario de Pascual Madoz en 1845 como «una fuente llamada de la Salud, en cuyas aguas van a bañarse muchos enfermos». En el siglo XIX se levantó el Balneario Errasti, que aprovechaba aguas medicinales que manan a pocos metros del antiguo edificio a una temperatura de 19 grados centígrados. Edificaciones Goimen, una firma donostiarra, compró el inmueble, en desuso durante décadas, y casi 30.000 metros cuadrados de terreno en 2003 con la intención de crear un hotel-balneario de 59 habitaciones y 36 villas turísticas, pero la crisis frenó todos sus planes en el año 2007.

Jesús Mendizabal, gerente de Edificaciones Goimen, lamenta que desde entonces «la ausencia total de financiación por parte de los bancos» ha hecho imposible continuar con las obras, en las que asegura que invirtió 2,5 millones de euros junto con la compra del terreno. Según sus cálculos quedan por invertir otros «4 ó 5 millones para acabar el complejo», ahora en el dique seco y destrozado por los reiterados robos y los actos de vandalismo que ha sufrido en los últimos cinco años.

Mendizabal asegura que todos los compradores que se han interesado por continuar con el proyecto se han encontrado con «la falta de financiación como principal problema». Otras fuentes señalan a DB que, en algunos casos, las exigencias económicas de Edificaciones Goimen también han resultado excesivas, dado que algunas empresas tasan la inversión ejecutada hasta ahora en poco más de 1,5 millones, y en otros, las villas turísticas no gustan a las empresas del sector turístico. El alcalde del Valle de Tobalina, Rafael González Mediavilla, asegura que desde el Ayuntamiento se ha tratado de buscar viabilidad y futuro a una empresa que prometía la creación de 32 puestos de trabajo y en la que se pusieron muchas ilusiones municipales.

Pero el hotel balneario sigue esperando a orillas del Ebro a que una empresa hotelera apueste por unas instalaciones radicadas en un entorno natural privilegiado, muy cercanas a la ciudad medieval de Frías y los pintorescos pueblos de Montejo de Cebas y Herrán y enclavado en el parque natural Montes Obarenes-San Zadornil.

SIN BANCOS de POR MEDIO. Contra lo que muchos puedan pensar, el edificio del hotel, ahora en estructura y con las paredes exteriores rematadas y las doce villas pareadas levantadas, que equivalen a 24 apartamentos, no han caído en manos de ninguna entidad bancaria, porque Edificaciones Goimen ejecutó las obras «con fondos propios» y no se hipotecó para ejecutar estas obras. Lo que si acaba de serle reclamado este mes desde el Ayuntamiento del Valle de Tobalina a través de una providencia de embargo son 30.179 euros correspondientes a una parte de la licencia de obra solicitada en 2005.

Jesús Mendizabal se muestra molesto ante este requerimiento, porque asegura que su intención no es ejecutar las seis villas con doce apartamentos en total que restan para completar el proyecto que presentó en su día al Ayuntamiento. El propietario del complejo presentó este otoño al Consistorio tobalinés una propuesta que no ha sido bien recibida en la Casa Consistorial. El promotor asegura que no requiere de una modificación de las normas urbanísticas y que es legal, mientras que tanto el alcalde como los técnicos municipales aseguran que la propuesta choca con la normativa urbanística y, por tanto, carece de viabilidad.

Edificaciones Goimen propone ahora construir un edificio de 42 apartamentos-suites en vez de la línea de seis villas prevista junto a la ribera del Ebro, además de habilitar 15 casas nido de madera en los árboles. Pero lo que radicalmente recibe el rechazo municipal es la propuesta de «vender parte de las villas y de los apartamentos» para uso residencial, cuando desde el Consistorio alegan que esas construcciones «solo pueden tener un uso dotacional, en este caso, turístico y vinculado al balneario».

Jesús Mendizabal defiende que su propuesta busca «obtener financiación con la venta de villas y apartamentos para concluir las obras del hotel-balneario y así ponerlo en marcha». «Estamos intentando buscar soluciones», argumenta. Quien comprase estas villas tendría derechos y obligaciones sobre el complejo, pero desde el Ayuntamiento explican que esto choca con las normas que obligan a contar con una parcela mínima para dar un uso residencial.