La lectura como principio

I.L.H. / Burgos
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Libreros y editores coinciden en apuntar el vicio de leer como la mejor herramienta para preservar el futuro del libro. Lo hacen en la Semana Cultural del I.E.S. Pintor Luis Sáez

La mesa redonda llenó el gimnasio del centro de prometedores lectores. - Foto: DB/Jesús J. Matías

El futuro del libro dependerá de los lectores. Ese es el mensaje que hay que tener claro. De nada sirve elucubrar sobre si el libro electrónico desbancará al libro de papel o escudriñar estrategias para aumentar las ventas. Si no hay lectores que accedan a esos ejemplares, no habrá futuro para el libro, ni en Burgos ni en ninguna otra parte.

Así lo expusieron ayer los editores y libreros invitados por el Instituto de Enseñanza Secundaria Pintor Luis Sáez que participaron en la mesa redonda El libro en Burgos: presente y futuro. El sector, como casi todo en este país, está tocado por la coyuntura económica. Pero con mejores o peores perspectivas avanzan sin desfallecer apostando cada cual por las cualidades de su negocio: el trato personalizado del librero (explicaba Pilar Pérez-Canales, de la Librería Espolón), la publicación de calidad (posición elegida por el sistema de publicaciones de la Universidad de Burgos, tal y como narró Fernando Martín, director de la Biblioteca de la UBU), la esperanza de las novedades (desde el mundo del facsímil representado por Juan José García, de Siloé. Arte y Bibliofilia) y el sostenimiento de las editoriales con menos ayudas institucionales (Fernando Arnaiz y Eduardo Munguía, de Dossoles y Gran Vía, respectivamente).

Con menos recursos y bajada de ventas (Dossoles, por ejemplo, prevé publicar la mitad que el año pasado y la UBU ha visto recortado su presupuesto en un 10%), con una posible reestructuración del sector si el libro electrónico sube posiciones a medio o largo plazo y con una oferta de novedades todavía inabarcable, el sector afronta el futuro con cautela.

Pero toda esa cautela puede caer en saco roto si no hay lectores. Y dado que la mesa redonda estaba dirigida al público adolescente, en concreto a los estudiantes del instituto, todos los ponentes coincidieron en recalcar la importancia de fomentar la lectura. «A lo mejor hay que pensar más en actividades como ésta, que fomente la lectura, que en el futuro del libro porque el futuro del libro dependerá de los lectores. Es un momento de incertidumbre. Pero lo fundamental es que la gente lea», subrayaba Eduardo Munguía.

La mesa redonda estuvo reforzada por la exposición sobre Burgos y los libros que el centro Pintor Luis Sáez mantiene abierta con ejemplares aportados por Santiago Rodríguez, Luz y Vida, Librería Anticuaria Lyda, Museo del Libro, Dossoles, Gran Vía, IMC, Diputación, Catedral, Archivo Municipal e I.E.S. Diego Porcelos.