El frontón de Gumiel de Mercado presenta un aspecto preocupante. Con un simple vistazo se comprueba que la pared sobre la que golpean las pelotas está inclinada. En el Ayuntamiento insisten en que el riesgo de derrumbe es claro y por eso han vallado el perímetro de la parte afectada por el deterioro. Para impedir que se desplome de un día a otro, en el Consistorio ya han empezado los trámites para reformar la instalación deportiva. En total se invertirán 39.000 euros, 15.000 propios y 24.000 recibidos a partir de una subvención de la Diputación. Eso sí, las obras deberán estar ejecutadas a mediados de abril de este año para no perder la ayuda asignada en 2018.
El Ayuntamiento de Gumiel de Mercado ya ha iniciado los trámites para la concesión de la obra. «Hemos mandado a siete empresas el proyecto para que nos den presupuesto. Estamos esperando a que nos den las contestaciones, las ofertas. Una vez recibidas se abrirán las plicas un día y empezaremos las obras», declara el alcalde gomellano, Manuel Izquierdo.
Todo parecía encaminado hasta esta pasada semana, cuando el Ayuntamiento de Gumiel de Mercado recibió un escrito firmado por 26 personas que se oponen a las obras. «El escrito dice que es un bien del pueblo y hay que mantenerlo, no derribarlo, pero en él solo figuran dos o tres vecinos, el resto son de fuera. Creo que se debe a temas políticos», declara Manuel Izquierdo mientras recuerda que un retraso podría llevar a perder la subvención provincial.
A pesar del rechazo recibido por esas 26 personas, el alcalde afirma que el Ayuntamiento se mantendrá en su posición de acometer las obras. Incide en que ellos tienen que hacer caso solo a Patrimonio y a los ciudadanos. «La demanda de vecinos es popular, la gente dice: oye es que se va a caer. Que pasan coches por allí, que pasa gente, cuando llega el buen tiempo hay niños todo el día allí jugando. Si se cae y mata a dos personas, ¿qué pasa?», sentencia el regidor.
En cuanto a las obras proyectadas, Manuel Izquierdo adelanta que se someterán a todo lo exigido por Patrimonio. Se derribará solamente la pared frontal del espacio deportivo mientras que se mantendrá la lateral, y la nueva obra «conservará la apariencia de la actual». Además, como exige Patrimonio, antes de intervenir se retirará el escudo que hay en la parte superior del frontón para guardarlo en el Ayuntamiento y una vez finalizadas las reformas, se devolverá a su lugar en lo alto de la pared.